Capitulo 1

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Me despierto 7am por la mañana para ir a la escuela y al no escuchar ningún ruido sospecho que mis padres se han ido, en realidad, nunca están. Siempre salen temprano y tengo que desayunar sola y esperar a que mi mejor amiga, Jeanette pase por mí. De hecho, hay una razón por la cual mis padres nunca están: sus empleos. Mi padre es maestro de escuela, un trabajo normal y cotidiano, con la jaqueca de soportar adolescentes dementes y dopados en sus clases, pero mi madre, mi madre jamas esta en casa porque su empleo no es normal, no lo es y de hecho es lo más anormal del mundo. Ella trabaja para la F.B.I como detective privado (lo que en las películas llaman "agentes secretos" y dicen que no son reales. Bueno, adivinen que: si existen y se llaman detectives privados) , bajo una identidad diferente a como la conozco yo supongo, aunque ella jamas me dijo su <<nombre falso>>.
Tomo una ducha rápida, desayuno ligero y me voy a la escuela en el auto rojo deportivo de mi amiga Jeanette.
— Hola M.A.P.S.D.N.S.E — dice mientras acaricia su lacio y largo cabello pelirrojo.
– ¿Qué es M.A.P.S.D.N.S.E ? – pregunto confundida.
– ¡Ay nena! ¿Ya te has olvidado? "Mejores amigas por siempre desde niñas sin excepción"
Ah, cierto lo olvide ja ja - río.
La escuela pasó bastante rápido hoy. Es lunes y por suerte salimos horas antes de lo normal.
Llego a mi casa nuevamente en el auto de mi M.A.P.S.D.N.S.E (si, me acostumbre a la cifra) y por mera casualidad hablando en serio, por primera vez en la historia de las primeras veces ambos padres estan en casa sentados en el sofa.
– Hola, apenas son las 13:55. ¿Que hacen ambos aqui tan temprano? – digo mirando el reloj en mi muñeca izquierda.
– Clarissa, amor sientate. Tenemos que hablar...– oh,oh ellos jamas me llaman "Clarissa" salvo que haya problemas.
– Ok, ya, ustedes jamas me llaman asi. ¿Qué rayos ocurre?
– Es complicado, yo...
– Mierda papá ¡Ya dilo!
– ¡Me han descubierto! - salta mi madre rompiendo en lagrimas - Estamos expuestos, estamos expuestos todos, incluso tu, hija. Podrian secuestrarte, hasta matarte. No puedes seguir viviendo aquí.
–¿Y dónde entonces? – entrecierro los ojos con locura.
– En la casa de los O'Neil – interrumpe mi padre
– ¿Y ellos quien carajo son?
– ¡Clary!– mi madre me corrige como si hubiese dicho una mala palabra o algo asi – Son unos viejos amigos nuestros, conocen sobre esto y viviras allí por un tiempo, hasta que las cosas se acomoden

Mierda, mierda, mierda y más mierda. Estaba de malhumor, pero a la vez asustada, con un poco de calma porque viviremos con gente de experiencia que nos protegeran, enojada porque no me dejan hacer nada al respecto y siempre le quitan el lado divertido de película a estas cosas, pero contenta de no tener que preocuparme por nada.
Saque casi toda la ropa de mi placard para poder empacarla cuanto antes. Mis padres me dijeron que llevara toda la ropa posible ya que no sabían cuanto tiempo podríamos pasar adentro de esa casa.

A la mañana siguiente, me despiertan más temprano aún. Era martes pero no iba a ir a la escuela por razones obvias como familiarizarme con lo que se supone que llamaría "mi nueva casa".
El camino se hizo muy largo, los O'Neil viven bastante lejos de mi casa y de la escuela. Por fin llegamos, bajamos del auto y nos paramos frente a una casa hermosa de dos pisos y con un techo triangular. ¡Vaya! Si que es hermosa.
Un hombre alto y castaño de ojos claros junto con su mujer de cabello castaño medio colorado salieron a recibirnos.
– ¡Rachel! – dice la mujer con una sonrisa de compasión – Oh, por Dios, lamento tanto lo que pasó
– Si, yo también. Pero se que por lo menos nuestra hija esta en buenas manos. ¿No es cierto, cariño?
– Si, si, por supuesto.
Entre a la casa mientras mis padres iban por las maletas. Es una casa muy hogareña y acogedora para el crudo invierno que se viene. Que extraño, mi padre entra y solo tiene una sola maleta que es la mía.
– Y ¿dónde están las demás?
– ¿Cuáles? Esta es la única que has traído y espero que te haya entrado mucha ropa
– La tuya, la de mamá. Dah...
– ¿Qué? Cariño creo que no has entendido nada. Tu vivirás aquí con los O'Neil, pero no nosotros. Nada más les sobra una habitación y preferimos invertirla en ti, en tu seguridad.

¿Qué? Se me llenaron los ojos de lágrimas, ya de por si me cuesta ver a mis padres en la vida cotidiana y ahora no los veré por no sé cuánto tiempo. Papá me explicó que él y mamá se alojarán en uno de los cuarteles pero yo no podía ir con ellos ya que ahí seria muy fácil encontrarme. Me despido de ellos sin facilidad alguna. Subo a la que sería mi habitación, me recuesto en la cama y no hago nada más que llorar. Ya no veré a mis padres ni siquiera el poco tiempo que los veía y tendré que vivir
con dos completos extraños, ¡Yupi!
Al cabo de unas cuantas horas, ya todos estań durmiendo y no he salido de mi habitación para nada. Me dio hambre, asique bajé por un yogurt a la heladera. No prendí las luces para no despertar a nadie. Siento las llaves moviéndose en la puerta principal, como si alguien estuviese entrando, luego no oigo mas nada hasta que siento un cuchillo apoyado justo sobre mi garganta. ¡Mierda! ¿Me habrán descubierto?
– ¡Maldita ladrona! ¿No tienes nada mejor que hacer que venir a robar a mi casa y encima comer de mi heladera? – dice con voz varonil. Aparte supuse  que era hombre ya que con su otra mano me agarra el brazo con una fuerza que seguro me dejará marcas.
– ¿ Y a ti qué te pasa, imbécil? No estoy robando nada. Solo vine a comer algo porque no he comido nada en todo este día de mierda y tu, tu pareces un idiota al amenazarme con un cuchillo de cocina. Pero si quieres hacerlo hazlo, total no tengo nada más interesante que hacer. Si vas a matarme mátame ya. Porque ni siquiera se si veré a mis padres alguna vez ya que por razones laborales me dejaron tirada aquí sin poder hacer nada para ayudarles.
– Espera, espera un segundo ¿Vivir aquí?  ¿Padres? ¿Razones laborales? – me da vuelta y ahora tengo sus ojos café mirando los míos. Revolea el cuchillo a no se donde, toma mi rostro y me encaja un beso. ¿Qué carajo hace? Le muerdo el labio y le doy una patada en donde no le da la luz del sol.
– ¡Mierda! – chilla
Salgo corriendo a fuera de la casa, gritando a más no poder "auxilio auxilio, quieren asesinarme, me están acosando", el chico me sigue y de la nada se tira arriba mío de un salto, carajo, me estaba aplastando. Ya no podía respirar hasta que el grito desesperado de una mujer me salva:
– ¡Patrick! – lo reta. Es la señora O'Neil– ¿Qué rayos haces? Son las 02am y la gente está durmiendo
– Su hijo casi me desgarra la garganta con un cuchillo ¡Está loco!
– Porque ella estaba robando en casa y luego intentó hurtar comida de la heladera, luego escapó y me golpeó en mis miembros de allí abajo – protesta él haciéndose la víctima mientras pasaba su mano por su cabello castaño con jopo. No puedo creer que haya inventado esa estúpida historia sobre el robo. Yo solo quería ir por algo de comer a la heladera hasta que él apareció desesperado inventándose toda esa película sobre la chica que roba heladeras. Aparte ¡Qué estúpido! Si quisiera robar algo robaría un banco, no la heladera.
– ¡Eres un imbecil! Yo llegué aquí esta mañana por razones laborales de mis padres. Ya no los veré hasta no se cuando y ahora ni siquiera puedo tomar algo de la heladera sin que alguien piense que robo ¡Bárbaro! Ahora soy ladrona. – se me llenan los ojos de lágrimas
– Oh no, cielo. Te creemos – me consuela el señor O'Neil – Es todo un mal entendido, aparte no se qué hacia Patrick en la calle a esta hora ya que está castigado – dice entre dientes, yo pongo una sonrisa angelical-burlona y él me fulmina con la mirada, negando con la cabeza. Los O'Neil entraron en la casa, yo los seguí hasta que alguien me toma por atrás y me dice al oído:
– Esto recién empieza, Clary Stark

***
Hola, bueno este es el primer capitulo. Ojalá lo lean y les guste!!! Mañana subiré otro

Te odio cuídame Patrick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora