Capítulo 8

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Me seco las lágrimas con mis mangas y suspiro. Puede que esté Harry en casa y no quiero que me vea llorando, no quiero eso. Pellizco un poco mis mejillas y sonrío. Abro la puerta con mis llaves para después entrar. Cierro la puerta... Y es ahí cuando oigo unas voces, después risas y después silencio... ¿Qué? Avanzo y llego al salón.

-Ah, hola Amy... ¿Dónde estabas? - dice levantándose rápidamente del sofá. Noto a alguien más sentado en él.

-Dando una vuelta... - digo confusa - ¿quién es?

-Ah... - se rasca la nuca mientras que una chica muy guapa se levanta - ella es una vecina nueva, no es de aquí y no habla perfectamente el inglés, pero lo intenta - ambos sonríen.

-¿De dónde de eres? - le pregunto amable.

-De España - tiene un claro acento.

-¿Cómo te llamas?

-Me llamo Berta - nombre extraño. Se acerca a mí y deja un beso en cada mejilla, ¿qué hace? Que extraño - espero que no te cueste pronunciarlo, como a Harry - amos se ríen.

-Es bastante difícil - dice él en su defensa.

-Bueno, me voy a seguir ordenando mis cosas en el piso, espero volver a veros pronto - se despide y sale por la puerta.

-¿Qué fue eso? - digo extrañada.

-No lo se - se va corriendo a la cocina - ¿qué quieres de comer? - me grita.

Me acerco yo también a la cocina y me apoyo en un lado de la puerta.

-¿Por qué me ha dado dos besos?

-Creo que es costumbre de España... - coge utensilios.

-¿En serio? Que raros son...

-No son raros, es bonito... - coge unos macarrones de un mueble.

-Eh eh eh... - le cojo del brazo - ni de broma más macarrones, vamos al salón y llamamos desde allí al pizzero - él me da una sonrisa.

Tiro de él hasta el sofá y se sienta. Mientras que coge el teléfono y llama a la pizzería para comprar mi pizza favorita yo cambio de canales en la televisión, pero como siempre no hay nada así que la apago, en el momento justo en el que deja el teléfono.

-En treinta minutos la pizza en la puerta.

-Perfecta - sonrío.

-¿Te pasaba algo cuando llegaste?

-No - me asusto, no quiero que sepa nada - ¿qué me iba a pasar? - pongo cara irónica - ¿qué te pasaba a ti con Berta? - buen cambio de tema Amy.

-¿Qué? ¿Qué dices? - sus mejillas empiezan a enrojecerse.

-¡Así que es verdad! ¡Te gusta! - río.

-No, no mientas Amy...

-No me mientas tú - sonrío - ¿te gusta?

-No me puede gustar...

-¿Por qué?

-Porque la acabo de conocer...

-¿Pero?

-Pero es que... Es tan guapa - sonrío.

-Lo sabía.

-¿Me das tu bendición?

-No lo se aun, tengo que saber como es, aunque guapa es mucho - sonrío - veré lo que puedo hacer...

-¿Lo que puedes hacer?

-Te voy a ayudar a que sea tuya.

(...)

Acaricio la tela con mis manos mientras miro el techo estirada en mi cama. Paso los dedos sobre ella y la llevo hasta mi nariz. Que malditamente bien huele su gorro. Lo quiero de mi nariz y suspiro. Dejo el gorro en mi mesilla y me levanto. Cojo el número de Zayn de ella y lo pongo en mi teléfono. Sin darme cuenta estoy llamando...

-¿Si? - dicen al otro lado.

-Hola Zayn... - digo con miedo.

-Ah, Amy - ¿cómo sabe que soy yo? - estaba esperando tu llamada...

-Am... - digo sin saber que contestar - ¿me has dicho que hoy había fiesta, verdad?

-Eso te he dicho... ¿Vas a venir?

-Sí, me lo he pensado y sí... De hecho te he llamado para que me digas la dirección.

-Puede llevarte Louis, así ya veni... - lo corto.

-No, Louis y yo hemos discutido, por eso te he llamado - mi intuición me dice que ha sonreído - ¿me das la dirección?

-Claro guapa...

Cojo un papel antes de que sea tarde y apunto la dirección. Cuelgo. Abro mi armario y busco que poder ponerme. No se en que tipo de fiesta me voy a meter, pero aun así cojo lo que me parece más adecuado. Dejo mi vestido blanco sobre mi cama y unos tacones no muy altos negros. Esta vez me da igual lo que piensen, voy a pasármelo bien... Me meto corriendo en el baño y me doy una ducha. Hora y media después estoy vestida. Entro en el baño de nuevo y pinto mis ojos de un color oscuro. Salgo de la habitación y bajo las escaleras.

-Wow - dice alguien cuando casi llego al final de ellas - ¿vas a salir? - me dice un Harry en pijama.

-Sí, lo he pensado y sí...

-¿Qué llevas en la mano?

-Ah, es... - piensa - una cosa que me han prestado.

-¿Quién?

-Una amiga que he hecho...

-Genial - me abraza - pásalo bien y no vuelvas tarde...

-Lo intentaré...

Salgo de casa y evito el ascensor. Bajo con cuidado las escaleras evitando caerme y...

-¡Hey! Hola Amy... - dicen a mis espaldas.

-Vaya, hola Berta, me has dado un susto - suspiro.

-Que guapa estás - me sonríe - ¿a dónde vas?

-A una fiesta - miro su ropa y lleva un pijama adorable, sonrío - oye, ¿por qué no vas a ver a mi hermano? Me harías un gran favor, creo que lo vi un poco triste al irme - miento - por favor - pongo pucheros.

-Bueno, yo... - se sonroja - tendría que cambiarme y no se si...

-No hace falta, te ves adorable con eso - le sonrío - no me iré hasta que vayas...

-No creo que sea buena idea... - baja la cabeza.

-Sí lo es... Mira, en esta vida hay que cometer locuras, ¿sabes? - levanta la cabeza - yo misma hace unos días hice una y la verdad no me ha salido tan mal - miento - he conocido a un chico, ¡pero no se lo digas a mi hermano! - amenazo de broma. Ella sonríe.

-Está bien, subo...

-Me ha alegrado hablar contigo, pero me tengo que ir ya... Llego tarde.

-Vale, sin problema, chao - me da un abrazo y yo le correspondo.

-Chao.

Bajo el tramo de escaleras que me queda y sigo la dirección marcada por Zayn, espero no perderme.

Let bygones be bygones {Louis Tomlinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora