Noche de Paz, ¿o no?

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AMOLAD no me pertenece, le pertenece a The Snipster.

La navidad no siempre es una época de amor y de paz, aunque los libros de cuentos y las películas en la televisión nos quieran hacer ver lo contrario, esto era algo que nuestros protagonistas tuvieron que averiguar, de una manera poco convencional.

París lucía de un blanco espectacular al verse sus calles cubiertas por la nieve; las personas colocaban árboles navideños adornados con manzanas de un rojo brillante, cintas de diversos colores y cartas emblemáticas donde plasmaban sus deseos; Todo lucia hermoso y pintoresco. En especial la cafetería de Des Aeva, la cual era famosa por su Bûche de Noël un postre favorito por excelencia. Linda, su asistente, colocaba algunos adornos que había comprado en el centro de la ciudad, mientras el dueño del lugar tarareaba Jingle Bells. Para Des era una fecha mágica, ya que sería la primera navidad que pasaría acompañado de su pareja, Leo Splinder, así que tenía muchos planes para todo el mes.

— Lo veo muy feliz, Jefe —. Comento la chica, mientras daba los últimos detalles a la ventana principal.

— Lo sé, Esta navidad será estupenda, en especial porque compartiré la cena del 24 con Leo — emocionado solo dio una sonrisa, los clientes empezaron a llegar, pedidos se disparaban por todos lados, el personal sabía de antemano que durante Navidad la cafetería estaría a reventar, tanto por el buen servicio, como por el dueño del lugar.

Un hombre se acercó a Des, el cual estaba ocupado preparando unos capuchinos; Se veía determinado y lleno de valor aunque cauteloso como si de un acecho se tratase. Desde su relación con Leo estas situaciones se habían detenido, pero a un quedaba uno que otro pretendiente valiente que se animaba a invitarlo a una cita, este en especial, osadamente había traído un ramo de rosas enormes, que habrían sido la perdición de cualquier dama, pero solo ocasionaron fastidio en él; por más rechazos que recibía él sujeto, este no dejaba de insistir, por lo que algo fastidiado el otro decidió darse media vuelta, para seguir atendiendo mesas.

— ¡Espera! No me dejes hablando solo — el hombre corrió detrás de él, tomándolo del brazo, lastimándolo. Varios forcejeos después Des logro que el tipo lo soltara, se quedó atónito y solo observo con horror que Leo sujetaba la camisa verde de aquel desconocido y lo jalaba hacia él.

— Creo que mi novio te dijo que te esfumaras — su tono era lento y peligroso, el hombre prácticamente salió corriendo, asustado por la fuerza aplicada y él semblante de su rival; Des suspiro aliviado, mientras Leo se quitaba el abrigo negro y gastado con fastidio, y lo arrojaba a una silla de madera que funcionaba como decoración del lugar, su rostro se encontraba rojo, tanto por el frio como por la furia; A su alrededor, las personas los observaban, curiosas y lanzaban murmullos — Esta situación me cansa Des, algún día dejaran de insistir todos estos sujetos.

— Lamento que esta situación te pusiera de mal humor — se sentó a lado de él en la mesa, el moreno resoplo, y después de calmarse le dio un beso suave para cortar la tensión que reinaba en ese momento.

— Des... — hablo después de cortar el beso, mirando el rostro sonrojado del otro— Adivina, la agencia me dio unos días y deseaba...

—Genial, sabes, le comentaba a Linda que quería pasar unos días contigo para disfrutar las fechas, tengo muchos planes esta navidad, quería ir de compras, a patinar y no olvidamos el tradicional encendido de la Torre Eiffel.— los planes salieron demasiado rápido de su boca abrumando a su novio.

—Mi hermana menor y mi madre vendrán de visita... y deseaba presentártelas — soltó de golpe; Des se quedó callado, observando el rostro preocupado de Leo, se notaba que era un tema importante para él. Nunca habían conocido a sus respectivas familias, de hecho, desde que se mudó de Alemania no había tenido contacto con su padre. Ahora Leo repentinamente sacaba este tema a colación y se veía obligado a conocer a los familiares de su pareja.

Noche de Paz ¿o no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora