Disclaimer: Este universo y personajes no me pertenecen. Son propiedad de J.K Rowling, yo solo los he tomado prestados para crear esta historia.
Este fic participa en la "Celebración Navideña" del grupo HARMONY (HARRY Y HERMIONE.¡Feliz Navidad Hermione!
La noche le parecía tan común como cualquier otra en esa época del año. El cielo se encontraba más negro que de costumbre y estaba nevando. Sus pies enfundados en esas viejas botas que alguna vez pertenecieron a su primo estaban algo húmedas por caminar mucho tiempo sobre la nieve y sus anteojos se le empañaban con frecuencia. A lo lejos en las pequeñas y pintorescas casas se lograba distinguir una melodía, un canto o una canción. No estaba seguro realmente, de lo único que tenía certeza es que era alusivo a la navidad. Navidad ¿Desde hace cuánto no celebraba esas fechas? ¡A sí! Desde hace un año aproximadamente, cuando tenía novia, amigos, regalos, deberes sobre todo esos últimos pensó con ironía y nostalgia. Ahora todo le parecía tan lejano, tan vago como si fuese el recuerdo de alguien más. Y es que después de pasar meses encerrado en una tienda de campaña con la única y exclusiva compañía de sus dos mejores amigos no vivía precisamente en el paraíso, de hecho era todo lo opuesto. No es que no apreciase su compañía; eso era lo que aún lo mantenía cuerdo y que le había salvado la vida en innumerables ocasiones. Sin embargo, no podía dejar de pensar que ellos podrían morir por su culpa. Que habían dejado a su familia por él y que probablemente no serviría de nada. Se sentía cansado, triste y vulnerable.
A su mente acudieron todas aquellas noches en las que deseo ser alguien importante en aquella alacena debajo de las escaleras de Privet Drive. Soñando con sus padres y como algún día ellos lo rescatarían de sus horrorosos y desalmados tíos. Pero eso jamás pasó, sus padres habían muerto... por él, y al parecer todas las personas que amaba morían por protegerlo; Sirius, Dumbledore y muchos otros. Esas personas tan buenas que hubieran podido tener una mejor vida de no ser por su intervención. Sus ojos empezaron a humedecerse, pero no se permitió llorar más. Se sentía impotente. El jamás deseo ser un héroe. Solo quería ser un joven normal, con una familia. Tener un hermano que lo volviera loco y fuera su cómplice en sus travesuras, una hermanita a la cual sobreproteger y consentir. Una madre que lo abrazara y besara todas las noches y un padre que lo aconsejara sobre chicas y deportes. Sonaba simple pero ese era su más grande deseo, no la fama ni la riqueza porque al final del día si no tienes con quien compartirlas no son nada.
Una pequeña y cálida mano lo saco de sus pensamientos, y se dio cuenta que no estaba solo, allí estaba ella. Su mejor amiga, la persona más terca, mandona y sabelotodo del mundo pero también la única que no lo había abandonado. Fijo su mirada en esos ojos mieles que siempre lo hacían sentir como en casa, estos brillaban y le transmitían una calidez arrolladora. Se permitió perderse en ellos y le dio un ligero apretón a sus manos entrelazadas. Era impresionante como su mejor amiga lograba comprenderlo a tal grado de saber su estado de ánimo con solo verlo a los ojos. Trato de sonreír y darle a entender que todo estaba bien y que no debía preocuparse por él pero Hermione siempre ha sido más lista y perceptiva que él, así que en lugar de soltarlo, tomo su brazo y empezó a caminar empujándolo con ella. Algo que agradeció ya que sus pies se habían estancado desde que se aparecieron y no precisamente por el frio o la nieve si no por su miedo y cobardía.-Parece que hoy es navidad, escucha. Dijo Hermione en un susurro lleno de melancolía y algo parecido a la esperanza.
Se concentró en los sonidos a su alrededor. El viento soplando entre los árboles, sus respiraciones largas y pausadas y las voces de personas conversando sobre la cena, el clima y la fecha. Todo el mundo parecía querer olvidar que había una guerra allá fuera y por un momento quiso poder hacer lo mismo. Fingir que nada importaba e ir a la madriguera a celebrar las fiestas, abrir muchos obsequios y comer la cena deliciosa que Molly seguramente preparo para toda la familia.