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Comencemos

Una cámara, un auto y mucha astucia, es lo único que necesitaba Kyle Red para empezar y él contaba con todo eso, nada se interponía en su camino para ganar cincuenta grandes de un muchaco mimado que se preocupaba por saber si su pareja le ponía los cuernos con alguien más

Kyle se aproximó a esconderse detrás de un auto estacionado fuera de la casa de la mujer.
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Al otro lado de la calle se encontraba una castaña de piel clara y ojos cafés oscuros, curvas pronunciadas en los lugares adecuado y en la cantidad adecuada,caliente, así la definiría. Estefania Wines, infiel, esperando su pedido delivery, la muchacha recogió su mata de pelo en una coleta alta quedando con algunos mechones sueltos despeinados dejando ver así su rostro sonrosado consecuencia de haber hecho actividad física con sus cortos shorts y una básica deportiva tan diminuta cosa que despertaba un interés morboso en Kyle

El timbre sonó y ella fue hasta la puerta y la abrió esperando ver, efectivamente al chico que le traía los deliverys e intentaba coquetear deliberadamente con ella cada que podía

- Mason- soltó Nía en modo de saludo

-Preciosa -dijo mirándola de pies a cabeza - ¿Aún no aceptas mi propuesta?- soltó, acompañado de un nauseabundo ronroneo

Y es que era nauseabundo, por que el muchacho no era lo que se diría agraciado para la vista y tampoco lo era por modales, con esas espinillas rojas en gran parte de la frente y mejillas, los dientes algo chuecos y amarillentos, con un flequillo en el que podía apreciar su grasienta cabellera y ojos a los que observas y sientes que algo no anda bien. Y es que a Estefanía no es que le gustara juzgar a los demás por su apariencia física, de hecho el muchacho le parecía agradable mientras no estuviera en su faceta de coqueto sin gracia, casi podría clasificarlo como agradable conocido, pero prefería mantenerlo solo hasta allí.

- Superalo Mason, no voy a salir contigo, estoy en algo y lo sabes - le tiró una mirada recriminatoria

-No perdía nada con intentarlo una vez más.-suspiró -comida mexicana, como siempre, espero al menos un poco más de propina que la vez pasada, es decir, por el colosal rechazo que recibo siempre- dijo el chico intentando sonar simpático

- Gracias pero no gracias, nos vemos Mason- cerró la puerta de la entrada rápidamente y figiendose desentendida, no sin antes entregar el dinero, no la propina. Estaba demasiado cansada y hambrienta como para charlar con el chico en ese momento.

Entró de forma apresurada hacia su hogar caminando embole a la cocina comedor. Estaba ansiosa por devorar el exquisito platillo de comida que había pedido.

Pero antes su móvil empezó a sonar interrumpiendola.

Llamada entrante  de Amor

-hola cariño ¿qué sucede? -preguntó Nia

-Stef solo llamaba para saber...- se interrumpió a sí mismo

-¿Saber qué? - preguntó intrigada.

-No nada, olvídalo amor, te amo, ¿y tú me amas bebé? - Otra vez con eso pensó Nía. Últimamente sentía que Connor estaba como muy intenso, y eso a ella no le gustaba en lo absoluto.

- Marcus, no tires una bomba e intentes recogerla luego, explotará en tus manos y a parte sabes que sí te quiero, no sé a qué viene que me hagas esa pregunta cada que hablamos - dijo sintiéndose sofocada

-Lo siento, discúlpame, es que cada hombre como yo, tiene sus dudas - dijo Marcus produciendo un muy leve pinchazo de enojo en la castaña

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2019 ⏰

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