Capítulo 17.
Apagué el despertador de mala gana y me pegué una ducha, salí envuelta en una toalla y me acerqué a la ventana, llovía, genial. Suspiré mientras abría mi armario para escoger que ponerme. (http://www.polyvore.com/rain/set?id=58924848#stream_box) Me vestí y sequé el pelo antes de bajar a la cocina, donde, al ver a mi madre preparando el desayuno me acordé de todo lo de ayer.
- Buenos días. – dijo algo seca mientras yo me sentaba en la mesa junto a Emily, que ya estaba comiendo un bol de cereales.
- Buenos días...- mi tono de voz era muy bajo gracias a todo lo culpable que me sentía. Mi madre me puso una taza de leche caliente en la mesa. – Mamá, yo...siento lo de ayer...No quería ocultarte nada, de verdad.
- Te pregunté si tenías novio y lo negaste.
- Eso es porque cuando me lo preguntaste, no lo era.
- Ayer saliste de casa sin dar explicaciones, y cuando llegaste ni saludaste. – revolvía mis cereales mientras ella se tomaba una taza de café mirándome indiferente.
- Tenía que salir urgentemente, necesitaba hablar con Harry...porque...tuve que...- tomé aire. -...tuve que explicarle lo que decía de mi aquel artículo. Y cuando llegué me encontraba muy mareada y solo quería tumbarme y dormir, lo siento mamá.No dijo nada, el desayuno transcurrió silencioso, excluyendo los dibujos animados que mi hermana miraba. Me sentí fatal. No debería haberme comportado así.
Acabé de desayunar y subí a lavarme los dientes y meter las últimas cosas en la mochila. Volví abajo y cogí mi paraguas, cuando mi madre se acercó a la puerta con Emily.
- ¿Te llevo? – me preguntó. Sonreí levemente y asentí.
Emily bajó del coche antes que yo, ya que su colegio está algo antes que mi instituto.
Quedamos mi madre y yo solas.- Dime, ¿te gusta mucho? – no me esperaba para nada esa pregunta, pero inmediatamente sentí mis mejillas enrojecer.
- Bastante...
- Ya veo. – mi madre sonrió. Y volvió el silencio, así que decidí romperlo.
- Mamá, no estoy castigada, ¿verdad? – agudicé mi voz en la última palabra intentando ser convincente.
- Bueno...si invitas a tu novio hoy a comer, me lo replanteo. – abrí los ojos como platos.
- ¡¿Qué?! ¿Por qué?
- Quiero conocer al novio de mi hija, ¿hay algo malo en eso? – Si, pensé.
- Pero...
- Ni peros ni nada, esa es la condición. Llegamos. – vi por la ventana y estaba a la puerta del instituto. – Hasta la hora de comer.
- Adiós...Salí del coche y subí las escaleras donde esperaba Sarah resguardada de la lluvia.
- Hola, preciosa. – besó mi mejilla.
- Hola, guapa. – le sonreí. En esto sonó el timbre que indicaba el comienzo de las clases. – Venga, vamos.
- No tenemos ni tiempo para hablar. – suspiró mientras caminábamos. Llegamos a mi clase.
- En el patio hablamos, adiós.Entré en el aula y tomé asiento en mi sitio de siempre. La profesora de Historia dio comienzo a la primera clase la mañana, después de Historia, vino Inglés, Filosofía y Español, solo tenía ganas de salir de clase y reunirme con Sarah para ponernos al tanto de todo.
Mi móvil vibró contra mi bolsillo y lo saqué disimuladamente, no sin antes mirar hacia los lados para poder leer el mensaje sin problema alguno.
"¿Estás bien? Me tienes preocupado, dijiste que me avisarías nada más levantarte."
Mierda. Lo había olvidado por completo.
"Lo siento, lo siento. Se me pasó, a la mañana solo pensaba en prepararme e ir a clases. Perdón."
"No pasa nada, ¿estás mejor?"
"Si, ya no estoy mareada ni nada."
"Menos mal."Vino a mi mente la condición que me había puesto mi madre para olvidarme del castigo. Ufff, de verdad no quería hacer esto. Pero ¿qué otra opción me quedaba? ¿Estar a saber cuánto tiempo sin ver a Harry por culpa de un castigo? No.