Prólogo

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Prólogo.

Poneme atención, ____. Voy a contarte una historia para que cuando despiertes no te sientas confundida. Hay un principio, que si bien empezó hace ya 14 años, todavía lo recuerdo como si hubiera empezado ayer. Era el primer día de clases. Me acuerdo que llovía mucho, y eso no ayudó a mis pocas ganas de empezar la primaria. Me encontré con Niall, Louis, Liam y Zayn, mis mejores amigos del jardín. En ese momento sólo me preguntaba cuánto faltaba para volver a casa, prender el televisor y disfrutar de una leche calentita mientras veía Disney Channel. Nuestros papás habían empezado una reunión con la nueva señorita. Explicándoles su modo de enseñanza y lo que aprenderíamos ese año. Después de escuchar murmullos, el silencio llegó rápido, y todos los papás empezaban a irse para dejar a sus hijos. Me senté con Liam y le mostré mis cuadernos con puntos verdes y blancos mientras él me mostraba su cartuchera de Barbie. Y creo que si en ese momento no hubiéramos tenido 6 años y que casi no nos importaba nada de la vida, me hubiera reído de él hasta más no poder. Empezó a escucharse un llanto que cada vez se acercaba más, y en un abrir y cerrar de ojos, apareciste en el salón agarrada de la mano con tu mamá y con los ojos llenos de lágrimas. Tenías hechas dos colitas a la perfección y una pollera de flores que se podía ver a través de tu guardapolvo blanco. Tu mamá se disculpó por la tardanza y la señorita se acercó a ustedes con una sonrisa. Trató de explicar lo mejor resumidamente posible todo lo que había dicho anteriormente. Tu mamá se agachó y se despidió de vos mientras la señorita te tomaba de la mano y te presentaba delante de toda la clase. Dejaste de llorar y entraste en confianza. Pasaste con tu mochila con rueditas color rosa entre la fila de mesas del medio y te sentaste en la mesa delante de la mía. Sacaste tu cuaderno y con una sonrisa me lo extendiste. Era igual al mío. Nos quedamos hablando de porqué habíamos elegido el color verde para los puntos y no uno rojo. Era tu color favorito después del rosa, y también era el mío, pero sin el rosa. Te dije mi nombre y me dijiste que te parecía gracioso. La señorita nos calló a todos lo más amable posible y nos mostró una lámina con los números del 1 al 10 y otra lámina con las letras del abecedario. Cuando tocó el timbre fuimos al recreo y te vi hablando con otras chicas del grado. Corrían jugando a la mancha y te caíste de rodillas. Como yo solo te estaba observando te fui a ayudar. Y cuando te sacudiste la tierra de tu guardapolvo pronunciaste las palabras que cambiaron mi vida para siempre.

—¿Querés ser mi amigo?

"Hasta Mañana" - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora