Y... Como todos los días, después de una larga y pesada rutina, llegó a su casa, sin apetito alguno, se preparó rápidamente para dormir...
Era en sus sueños, donde la realidad no dolía, no era cruel... No era tan amarga.
Pero como todas las noches, aunque estaba tan agotada, se tumbó sobre su cama, boca arriba, huyendo de la luz para que no quedara al descubierto, su rostro bañado en lágrimas...
Qué fue lo que sucedió???
Por qué todo cambió???
Por qué si todo era tan perfecto, tan maravilloso, de un momento a otro cambió???
Se negaba a aceptar que la vida tuviera un destino tan cruel y despiadado para ella...
Se negaba a aceptar a la fría e indolente soledad como su compañera...
Por qué habría de resignarse???
Por qué???
Si ella tenía el mismo derecho que tiene cualquiera, a ser feliz... A dar amor... Pero también a recibirlo...
Si bien es cierto, desde el principio tuvo miedo de que todo fuera un juego, en el que ella era el premio mayor, decidió arriesgarlo todo por amor... Por ilusión... Y con el tiempo, fue creciendo el sentimiento y ese inesperado giro de 180° la descontroló...
Y un año después seguía allí... Así... Haciéndose la misma pregunta:
-qué sucedió??? Por qué así??? Por qué a mi???
Y por más que trataba de escapar de la realidad, el insomnio se encargaba de que todas las noches de recordarle un y otra vez, lo que tanto ansiaba olvidar...
Por ratos, tanto dolor se convertía en rabia, rabia contra ella misma, por haberse dejado engañar, por haberse dejado envolver en esa fantasía (o debería decir: en tanta falsedad???) para luego seguir intentando recoger uno a uno, los pedazos de su rota vida, buscando si en algún rincón de su existencia, quedaba algo de valor, de amor propio, que le ayudara a ponerse fin a la situación, deseando con toda el alma adolorida, tener el coraje para cortar de un solo tajo con eso que le hacía tanto daño...
Desperté dándome cuenta de que ya no tenía nada ni a nadie, mi madre y mi hermana se habían ido junto con mi padre allá arriba en el cielo. En ese momento me pregunte si ellos me estarían observando, observando como de repente volvía a llorar, observando lo sola que estaba, observando desde allá arriba.
Admito que en estos momentos no pienso con claridad, admito que simplemente me dejo llevar por la tristeza pero es que de verdad los extraño... Y mucho y es por eso que agarre una cuchilla de la cocina y de inmediato me fui al baño diciéndome que esto estaba bien, que pronto estaría con ellos y en el fondo eso me alegro.
Primero solo me hice una pequeña cortada, se sintió bien. Luego hice otra pero más profunda, se sintió aún mejor ya que sabía que pronto estaría con ellos con Mamá, con Papá y con Rebecca.
Seguí haciendo cortadas algunas pequeñas y otras un poco profundas pero... ¿Porque no acababa con esto ya? ¿Porque no simplemente hacía dos cortadas lo suficientemente profundas como para morir desangrada? En ese momento me di cuenta, tenía miedo pero porqué lo tenía muy pronto estaría con mis padres y mi pequeña hermanita.
Justo cuando estaba decidida a terminar lo empezado sentí la puerta abrirse de un golpe y unos pasos buscando por todas partes hasta que llegaron al baño, ahí estaba el, ahí estaba Esteban sobresaltado al ver aquella escena de mi sangrando y con un cuchillo en mano. En un rápido movimiento me lo quito, tomo una toalla para luego ponerla en mi brazo, se arrodilló, me abrazo y dijo "Aún me tienes a mi, aún me tienes a mi Amanda"
No aguanté más y rompí en llanto en sus brazos gritando "¡No quiero morir aún, no quiero!"
"No lo hagas" me respondió el con voz Serena y calmada.
Ha pasado un año desde ese incidente, un año desde que perdí a mamá y Rebeca y ahora estamos con Esteban aquí en el cementerio dejándoles flores a ellas y a mi padre para darles también una noticia, que pronto serán abuelos y tía...
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Historias Cortas
ActionAqui hay varías historias tragicas, de amor, etc. Ojo.. No todos los derechos son míos, tomo algunas ideas de internet disfruten.