Autumn [ Eaktrap (?)] [OS]

||Autumn||

Era otoño. Las hojas raspaban para, luego, romperse. Eran más frágiles de lo que cualquiera podía llegar a pensar.

-¿Y...qué tal?

Los sollozos de Eak se detuvieron. Sonrió con tan solo oír su voz, al parecer. Le extendió la mano con suavidad justo antes de que dejase de darle la espalda y se volviera hacia él con una sonrisa radiante. Sin embargo, aquella sonrisa desapareció en el momento en que se percató de su estado.

-¿Qué te pasó?

La verdad es que no había pensado en verse algo mejor. Estaba lleno de lodo de los pies a la cabeza y tenía un par de raspones en sus cortos brazos. Una marca rojiza adornaba su mejilla izquierda.

-No te preocupes, ¡No te volverán a molestar! Soy el rey de este lugar, ¿lo recuerdas?

Eak asintió con energía.

-¡Como el león!
-¿Qué?
-Bueno, como no fuiste a la clase no supiste pero la maestra nos leyó un cuento. Decía que el león era el rey de la selva.

Towntrap se rió suavemente antes de sacudir el cabello de su amiguito y levantarse. Ambos eran pequeños aún y de la misma edad pero, al fin y al cabo, seguía siendo más grande por meses. Debía ser responsable, como un hermano mayor.

-¿Quieres ir a comer a mi casa?

Eak volvió a asentir. En el camino, el pequeño pelirrojo hizo todos sus esfuerzos por no llorar. Los golpes le dolían. Mucho.

•

-¿Y...qué tal?

Eak soltó un bufido.

-Reprobé, la maestra es una idiota...
-Te van a escuchar...
-¿Y a mi que me importa que me escuche esa vieja? Vale madres.

Towntrap rodó los ojos y cruzó los brazos al mismo tiempo que su amigo metía las manos a las bolsas del pantalón de uniforme.

-Entonces...-susurró el pelirrojo.-¿Si te mudarás?

No había querido preguntar por miedo a la respuesta. Contuvo todo el aire que le era posible a un cuerpo de ese tamaño.

-Pues no lo creo.

Towntrap dejó salir un fuerte suspiro de alivio antes de saltar a abrazarlo con todas sus ganas. Naturalmente, Eak quería apartarlo...pero ser más pequeño que su amigo se lo impedía bastante.

-¡Quítate!
-¡No! ¡Estoy tan feliz...!-Entre más se quejaba más fuerte lo abrazaba. Le encantaba molestar a su mejor amigo.-Creí que me dejarías tan solo...
-Sabes que no lo haría, carnal.

El pelirrojo sonrió aun mas ampliamente que antes.
Para Towntrap, su amigo era lo poco que tenía. Pensaba que haría todo lo que fuese necesario para estar con él el resto de su vida. Aunque, nunca creyó que realmente tuviese que llegar a hacer tantas cosas.

•

A juzgar por su manera de mover el pie arriba y abajo una y otra vez, se estaba comenzando a desesperar. No le gustaba esa situación.

La hora de la escuela ya había terminado. Era su primer año. Sin embargo, Eak le había arrastrado hasta la salida y le había dicho que esperase. Y sabía perfectamente cuales eran sus planes. Sabía, también, que fracasarían y tendría que llevarlo a alguna tienda a comprar refrescos y después a su casa a oírlo llorar mientras jugaban videojuegos o veían alguna película. Al menos eso es lo que esperaba.