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Entró cabizbajo, no lograba verlos, pero podía sentir sus miradas sobre él. Se sentó en su lugar y recargó su cabeza en la mesa.

Les contaré una historia—anunció aquella voz que conocía a la perfección—. Había una vez un chico tan, pero tan feo, que tenía sólo un amigo. Ese chico feo tenía el cabello castaño, igual de horrible. Su nombre era Kim Ryeowook—pronunció su nombre entre sílabas, gozando de las risas que comenzaban a expandirse—. El feo conoció a un chico todo lo contrario a él, era popular y apuesto, se llamaba Park Minhyuk—dijo con arrogancia—. Kim se enamoró de él, pero como era muy torpe y estúpido, no se le acercaba. Lee había perdido una apuesta con su colega, así que se vio obligado a invitarlo a salir, ¿y qué creen que dijo?—preguntó, sonriendo maliciosamente y recibiendo algunas respuestas—. Así es, el muy maricón dijo que sí—Ryeowook sintió como su corazón volvía a romperse—. El chico feo era muy cursi y empalagoso, aparte de que era gordo y sin talento, él creía que sabía cantar, ¿pueden creerlo?—risas—. El popular comenzaba a aburrirse de él, por lo que le pidió una noche, ya saben, para follar—follar, claro, ¿cómo pudo creer que habían hecho el amor?—, el feo aceptó, desesperado. Tal vez era feo, gordo y sin talento, pero sabía moverse—su sonrisa creció—. El popular lo cortó después de eso y Kim faltó una semana a clases, estaba muy triste. Sin embargo, fue el mejor sexo que Lee tuvo, el feo lo hizo bien a pesar de haber sido la primera vez. 

Ryeowook rasguñó la mesa con las pocas uñas que tenía. Se levantó de golpe, capturando la atención de todos los presentes, pero principalmente la de él. 

¿Qué te hace creer que era mi primera vez?—preguntó sonriendo y recibiendo miradas sorprendidas—. ¿Qué te hace pensar que falté una semana por eso? ¿cuál es la necesidad de llorar por alguien cómo tú, Lee? Un mujeriego, chiflado y estúpido niño rico como tú no merece ocupar mi tiempo. Si crees que esto me afecta, te equivocas, porque al ser tú, ya lo veía venir. "Toma las cosas de quien vienen"—sonrió aún más y recogió sus cosas.

El profesor entró, y Ryeowook borró su sonrisa y puso una expresión triste.

Wook, ¿qué sucede?

El castaño fingió sollozos y alzó la mirada, estaba llorando. El rostro de Minhyuk se deformó, ¿¡cómo demonios lo hizo!? 

Profesor, Min-Minhyuk...él...

Y sólo eso bastó para que Minhyuk ganara un viaje a la dirección y Ryeowook una hora de descanso. Antes de que el menor saliera, Kim le mostró su dedo medio, con una sonrisa decorando su rostro. Lee estaba cabreado. 

Ryeo fue directo al salón de música, si iba a desperdiciar su tiempo lo iba a hacer bien. 

Al entrar, pudo detectar una melodía del violín. O el salón estaba embrujado, o él se había vuelto loco. Genial, le hablaría luego a Park para complementar su historia "Era feo, gordo, sin talento y estaba loco". 

Se asustó al ver a un chico sentado, tocando aquel instrumento que jamás había comprendido. O era un fantasma o en definitiva estaba loco. 

El contrario se percató de su presencia y dejó de tocar. Le miró con poco interés y sonrió. 

Hola, soy Henry. 

¿Qué haces aquí? Los estudiantes que no son del club no pueden estar dentro de esta aula, y menos si deberías estar en clases. 

Déjame saber...tú no eres del club...y tampoco estás en clases, eso te hace un pequeño rebelde, ¿o me equivoco?

¿Qué comes que adivinas?— preguntó con una sonrisita—. No estoy en clase porque el profesor me dio la hora libre, y no estoy dentro del club porque todos son unos arrogantes con el ego gigante. 

CasséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora