Siempre en mi mente, siempre conmigo

Capítulo 2

¿Que quiere de mi?¿por que me ha hablado?¿a caso a corrido un chisme por ahí?¿será que quiere que haga el ridículo enfrente de todos? o..¿sentirá de nuevo algo por mí? Necesito dejar de pensar.

—Se te ha caído.— dice en un tono de voz tan bajo que apenas puedo escucharlo mientras me entrega mi..¿qué? un momento 〈〈No puede ser cierto〉〉 es mi cuaderno de dibujo. ¿Habrá encontrado algo dentro de ese cuaderno y por eso me ha ofrecido esa sonrisa tan tímida al hablarme?

Si bien no me equivoco, ese cuaderno contiene frases y cosas así de cuando él y yo.. de cuando éramos una pareja. Genial, sólo a mí me pasa esto.

— Mm.. gracias. ¿De casualidad lo has abierto?—siento pena al decir esas palabras mucho más rápido de lo que esperaba y al ver que el sorprendió un poco ante eso—Lo siento, no quise decirlo tan de prisa—puedo sentir el como el calor sube hacia mis mejillas.

—No..—mira hacia el pasillo y luego vuelve su mirada hacia mí de nuevo—pero recuerdo lo que había ahí adentro—noto cierta melancolía en sus palabras.

El silencio inunda el pequeño espacio que hay entre nosotros y la situación comienza a tornarse incómoda.

—¡Hey Will! ¡Ven acá! ¡Hay reunión hoy en la casa de Alex por su cumpleaños!— grita Cameron desde la puerta junto a todo el equipo de fútbol. Al parecer todos están muy emocionados, y como no estarlo, si habrá drogas, alcohol, y lo más seguro es que vaya una que otra zorra de esas a las que le pagan solo para pasar un "buen rato".

—¡Allá voy!—carraspea un poco la garganta para hablar y vuelve a dirigir su mirada hacia mi—supongo que tendremos que hablar luego ¿no?—me ofrece una de sus famosas sonrisas ladeadas y yo sólo le asiento con la cabeza.

Por un momento me vinieron a la mente todos los recuerdos que tenemos juntos y no puedo evitar ponerme sentimental. También comienzo a recordar la razón por la que terminamos.. Yo confiaba plenamente en él, pero al parecer no siempre es bueno hacer eso. La chica con la que salía cuando aún estábamos juntos es ahora su novia, no negaré el hecho de que eso me destrozo el corazón en mil pedazos, pero tampoco negaré el hecho de que estoy feliz de que por lo menos con ella sea realmente feliz en estos momentos. Debo dejar de pensar, revivir el mal del pasado nunca trae nada bueno, detesto desenterrar viejos sentimientos. Al de salir de los casilleros puedo ver que a lo lejos están mis amigos sentados en una de las bancas frente a una pequeña caseta que tiene la escuela junto a los árboles. Éste día he estado tan perdida en mi mente que ni si quiera me di cuenta por donde voy caminando que he tropezado con alguien y mi celular se ha caído al piso. Al parecer a la otra persona tampoco le fue tan bien, algunas de sus notas y sus libros están esparcidos por el obscuro concreto.

—Dios mío, como lo siento, estaba distraída— digo con pena y comienzo a tomar las notas escritos con tinta azul en mis manos y la persona a la que se los tire hace lo mismo.

—No te preocupes, ha sido mi culpa—su voz es tan ronca, agradable y tan.. desconocida. Nunca había escuchado esa voz en la escuela.

Alzo un poco la mirada y para mi sorpresa me encuentro con unos ojos café claro y una blanca sonrisa con hoyuelos a sus extremos.

—Por lo visto has estado igual de distraída que yo—me regala una sonrisa y me extiende la mano para levantarme.

—Eso creo—me acomodo un mechón suelto detrás de la oreja y le entrego los papeles.

—¡Señor Matthews! — me estremezco un poco cuando escucho gritar al Señor McGuire (director del instituto)—yo también coquetee en mis tiempos, ¿pero, no le parece que primero debo enseñarle su nuevo casillero antes de la acción? camine rápido si es que todavía tiene ganas de estudiar aquí.