Real o Ilusorio

45 8 0
                                    

Era un viaje tranquilo en coche por la noche hacia ningún lugar en concreto.
La niña iba envuelta en música con sus cascos puestos sin escuchar a sus padres los cuales hablaban de temas que no eran de su interés.
Pero no se mantendría un trayecto tranquilo por más tiempo. De repente a la niña le dio por levantar la vista de la pantalla y miro a la ventana de su izquierda casi sin ver lo que había al otro lado. Una sombra cruzó rauda por el rabillo de sus ojos, ella no quiso creer lo que sus ojos le decían que había visto. Puso más atención por si otra sombra volvía a cruzarse ante ella. Y así pasó. Una sombra con forma humanoide muy delgada y alargada volvió a aparecer ante su vista. Siguió mirando. Las sombras seguían pasando, cada vez más cerca y más numerosas.
La niña asustada miro a sus padres esperando ver en ellos un gesto de miedo o tal vez de comprensión, pero lo que vio la confundió más si era posible. Sus padres no parecían preocupados ni asustados, era como si no viesen aquellas sombras.
La niña intento hablar, gritar, moverse, tenía que hacer algo, tenía que avisar a sus padres, tenía que advertirles del peligro, pero no podía, ningún sonido salió de su boca, ningún movimiento se produjo en su cuerpo, nada.
De repente las sombras parecían moverse junto al coche a su misma velocidad.
Algo golpeó la ventanilla de la derecha al lado de la niña, haciendo que está diese un pequeño brinco por el susto. Giro la cabeza lentamente hasta mirar a lo que produjo aquel golpe. Se quedó sin aire. Una sombra sin rostro, oscura, estaba al lado suyo, con la mano apoyada en la ventanilla. La niña miro de nuevo a sus padres. Inalterables. Volvió a mirar a la sombra. Esta acercó su rostro a la ventanilla, y la niña como atraída por aquel oscuro rostro sin facciones se acercó también. Cuando ya estaban casi rozando la ventanilla la sombra se separó un tanto.
En un visto y no visto abrió una enorme boca con dientes afilados y se acercó.
La niña asustada se alejó, grito y cerró los ojos.
Cuando los abrió su madre la estaba moviendo la pierna para que despertara. No podía creerlo. Toda había sido un sueño. Una horrible pesadilla.

Relatos CortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora