Hurt || One Shots || Logan y tú

Pain

Advertencia: Ninguna.

Logan le duele y le duele demasiado, no puede evitarlo. Ese recuerdo no abandona su cabeza y simplemente desea poder odiarlo, a él y a Jean. Siempre es lo mismo, siempre la deja a un lado y corre hacía ella. Quisiera poder acabar con su sufrimiento, con ese amor tan grande ¿Cómo hacerlo? No tiene ni la menor idea. _________ Camina de un lado a otro, recordando y matándose poco a poco.

Decidió tomar asiento y termino sobre la cama, abrazada a una de las almohadas. Intenta ser fuerte, no llorar por un idiota como él pero simplemente no resulta. Las lágrimas abandonan sus ojos y recorren su rostro, llegando a mojar la almohada. Alguien toca a su puerta, interrumpiendo su descanso, así que tuvo que ponerse de pie y dirigirse a la puerta, al abrirla se encuentra de frente con ese imponente hombre, el causante de tanta amargura.

Logan se le queda viendo durante unos segundos y después entra sin pedir autorización alguna, ante esto, ________ le ve con asco, con odio —¿Qué demonios quieres?— Logan toma asiento de la manera más tranquila, ella por su parte está muriendo, pero es claro que no le demostrara lo herida que esta, no se lo merece —Sobre lo que viste...— ¿Sería capaz de explicarle? Es un cretino y antes de que siguiera ella se apresuró a detenerlo, no quería escuchar esa mierda —No me interesa, Howlett— Y eso llamo la atención del mencionado, ya que elevo el rostro y se quedó esperando un por qué.

_________ Comprendió que buscaba una respuesta y solo sonrió —Tú consuelas a Jean, yo consuelo a Scott— Era un juego sucio. Si buscaba joderlo, lo había conseguido —Vete a la mierda, zorra— Y Logan se levantó, buscaba salir de allí, no quería que viese lo que provocaron esas palabras en él. Le dio un leve empujón, haciéndola a un lado, ya que era un estorbo en su camino. Antes de salir volteo a verla —¿Sabe qué sucede? Que buscas al muñeco por despecho, mientras yo me cojo a Jean porque la amo, algo que nunca logre contigo.

Al desaparecer, al estar seguros que ya ninguno de los dos sería testigo del dolor, se derrumbaron y rompieron por completo, ya no podían fingir y engañarse. El dolor en su interior era inmenso e incalculable, ardía y no había nada que pudiera detenerlo. Ambos acabaron en un bar, atascándose de alcohol, intentando anestesiarse pero no lo conseguían. Se amaban, solo que eran estúpidos y ambos cometían errores, ambos se destrozaban. Al finalizar el día estaban en la cama de otras personas, cuando realmente deseaban estar juntos.