Todavía recuerdo como abriste la puerta trasera de el coche azul. Sostenías mi pelota favorita en tu mano derecha , y tenías una expresión extraña en tu rostro. Salí entusiasmado , pensando que querías hacer las paces conmigo. Como me equivoqué...
Vi como la colorida pelota danzaba entre tus manos y me dedicabas una sonrisa falsa. Ladeé la cabeza y puse ojitos de cordero degollado , esperando a que lanzaras la pelotita para ir a buscarla. Finalmente lo hiciste , extendiste tu brazo por detrás de tu cabeza y lanzaste la pelota , que esta formaba una especie de arcoíris circular en el perfecto cielo azul sin nubes.
Corrí con todas mis ganas y todas mis fuerzas. Después de volver a donde estabas ,no te vi...
Miré desconcertado a todos lados , hasta que observe los neumáticos desgastados de tu coche azul rodar sobre el viejo y descuidado asfalto. Me quedé mirando como bobo todavía con la pelota en mi boca tu huida. Como pude confiar en ti alguna vez...
En esos momentos tan angustiosos en los que me quedé destrozado por dentro recordé como había sido esta convivencia para los dos. Recordé como me señalaste entre todos eso pequeños cachorritos , la mayoría mas monos que yo. Pero aún así me elegiste a mi. Moví mi pequeña colita por aquel entonces mientras daba vueltas sobre mi mismo. La dependienta me cojió entre sus morenos y delgados brazos para mas tarde entregarme a los tuyos. Te lamí uno de tus pómulos , en señal de amistad. Me alejaste con brusquedad de tu pómulo y te lo limpiaste con tu manga.
Me encanto ese momento en que llegué a tu hogar , un pequeño piso en el centro de la ciudad. Las primeras semanas todo perfecto , nos queríamos el uno al otro , pero todo cambio de repente...
Empezaste a pasar mucho tiempo sentado en tu escritorio blanco leyendo libros y papeles con símbolos que no entendía. Colocaba mis patitas sobre tu regazo , esperando una caricia , aunque lo único que conseguía era un gesto de desagrado acompañado de un pequeño empujoncito.
Te pasabas todo el día en ese estúpido escritorio , tanto que a veces te olvidabas de darme de comer. Empezé a crecer bastante, algo que por lo visto no te gusto , ya que me acabas de hacer esto.
Lo único que miraba era la carretera desierta , esperando a que se asomara en la lejanía el coche que me trajo hasta aquí , pero no fue así ...
Solté la pelotita y la dejé en medio de mis dos blancas patas delanteras. ¿ Por qué me hiciste esto ? ¿ Que te hice ? Te di todo lo que un perro como yo tiene , su lealtad y su cariño , y tu a cambio no me distes nada...
Jugastes con mis sentimientos , con mis pequeños y frágiles sentimientos. Al principio me adoptaste , fui feliz. Después me trataste mal, me sentí fatal . Más tarde creí que querías hacer las paces conmigo subiendome a tu coche , fui feliz. Y por último me dejaste aquí , me sentí mal...
Ojalá esta carta le llegué a toda la gente que se a comportado así con algun animal y por supuesto que te llegue a ti.
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Carta de un perro abandonado.
Short StoryEs narrado desde el punto de vista de un perro abandonado y sus experiencias con su exdueño. 29/12/2016