Un poco de mi.

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Querido diario.

'Estoy totalmente quebrada, no tengo las fuerzas suficientes para seguir adelante. Mi padre enfermo y es hora de partir, de alejarme y olvidarme de toda la porquería que ha sido mi vida.

Martes de 1767.

El día se ha llegado, por fin me largo de aquí, no me da ni un poco de resentimiento la muerte de mi padre, me siento libre por primera vez en mi vida. Las maletas están listas y afuera me esperan. Me dirijo a parís, tratando de dejar todo mi pasado y empezar de nuevo mi vida.

Una vistazo atrás...

¿Recuerdos lindos de mi niñez? No creo tenerlos. Desde que tenía 6 años mi padre abusaba de mi cuantas veces quería, juro que gritaba tan fuerte con la esperanza de que mi madre me escuchara, y bajara a salvarme de mi padre, pero nunca fue así. Fue hasta los 12 años cuando mi madre decidió suicidarse y dejarme sola con mi padre y mis tres hermanos. Tampoco me llevaba bien con ellos; Matías, Homero y Samuel, los tres eran mayor que yo, abusaban tanto de mí que ya ni siquiera cerraba la puerta de mi habitación, ¿para qué? De todos modos entrarían y abusarían de mí toda la noche si ellos así lo quisieran. Cundo cumplí los 14 años empecé a desarrollarme y parecía que eso los excitaba mas, los animaba a abusar de mí. Empecé a comer mucho, a tal punto que aumente casi trece kilos, y enferme, gracias a eso adelgace demasiado y aun enferma, ellos llegaban a mi habitación, a veces era solo uno, otros días dos y para mi mala suerte llegaban los tres. Al cumplir 16 años mi padre mando a mis hermanos a trabajar muy lejos de casa, esa noticia me había emocionado demasiado, mis hermanos se iban... por fin. A la semana siguiente, mi padre metió a un hombre a mi habitación y abuso de mí, y así fue, mi propio padre me convirtió en una prostituta. Realmente perdí la cuenta de con cuántos hombres habían estado conmigo. Fuera de casa, era nada mas una escoria, nadie me respetaba, me escupían, incluso me golpeaban. Todos sabían que era una prostituta. Nunca tuve amigas, amigos o un novio, solo a mí misma. Yo creo que soy bonita, nadie me lo ha dicho, pero yo creo que sí.


El asesinato de la chica con el labial rojo.Where stories live. Discover now