Capítulo 2

675 69 1
                                    

—Bueno, Takao, te veo más al rato, voy a llevar a Akashi a su primera clase —mencionó Midorima acomodando sus anteojos con su mano derecha—vamos, Akashi.

—Sí, fue un gusto conocerte, Takao —se despidió con una sonrisa.

—También fue un gusto, Akashi —devolvió la sonrisa.

El peliverde y el pelicereza estaban apunto de llegar hacia las escaleras, cuando fueron interrumpidos por Takao, quien estaba llamando a Midorima.

—Akashi, adelántate a subir las escaleras al segundo piso, ahora te alcanzo —asintió mientras que Midorima se alejaba —¿Qué pasa? ¿Para qué me llamaste? —habló ya estando cerca del azabache.

—Te llamé para hacer esto —lo abrazó con ternura de la cintura, a lo cual el mayor le correspondió el abrazo manteniendo su vista al frente. Tuvo que terminar el abrazo ya que se le estaba haciendo tarde, además, Akashi lo estaba esperando.

—Este... Bien, ya me voy —se alejó sin voltear a ver al pelinegro.

Midorima llevó a Akashi hasta el salón que les correspondía ya que la primera clase la tenían juntos.
Entró al salón dejándolo parado en la puerta, se acercó hasta la profesora (una mujer mayor y de lentes) le entregó un papel para poder irse a sentar a su lugar, la profesora leyó el papel y volteo a ver a Akashi.

—Jovencito, puedes pasar —le indicó, mientras se levantaba de su asiento —alumnos, denle la bienvenida a su nuevo compañero —su voz atrajo la atención de los alumnos quienes voltearon a ver al nuevo, quien se encontraba parado frente a ellos —quiero que digas tu nombre completo, tu edad, y, ¿Qué es lo que haces en tus ratos libres?

—Me llamo Akashi Seijuuro, tengo 16 años y toco el violín en mis ratos libres —no expresó ninguna sonrisa haciendo que algunas de sus compañeras empezaran a murmurar sobre lo guapo que era. 

—Muchas gracias jovencito, puedes tomar asiento —le indicó el único lugar disponible al lado de Midorima.

~

—Oye Takao, ¡Takao, pss! —le susurró Kuroko sacando de sus pensamiento a su amigo— ¿Estás bien?

—¿Eh? Sí, ¿Por qué preguntas? —volteó a verlo.

—Has estado muy distraído, además no has apuntado nada de lo que el profesor ha dicho, si él se entera se va a molestar.

—No tengo nada —mentía, en realidad no lograba sacarse de la cabeza a ese chico nuevo, no es que él gustara del chico, sino que había algo en él que no le hacía confiar.

—Jóvenes, ¿Podrían compartirnos a toda la clase su conversación? Al parecer es más importante que mi clase —les reclamó el profesor cruzándose de brazos.

—Lo siento profesor, no volverá a pasar —se disculpó el pelinegro— por tu culpa el profesor nos regañó —susurró a su amigo.

Sonó la campana de la escuela anunciando que la primera hora había terminado, Kuroko y Takao se dirigieron hacia la cafetería en busca de su amigo rubio que seguramente estaba ahí. Llegando, pudieron ver que su amigo estaba ahí sentado en una mesa frente a la barra de comida, pero no estaba solo, a su lado se encontraba Midorima. Takao, al ver a su novio, se le formó una sonrisa que instantáneamente se borró al ver que a su lado se encontraba Akashi, empezaba a sentir celos de ese chico, a pesar de llevar un día de conocerlo, no le gustaba que estuviera cerca de su novio. Los dos chicos se acercaron a la mesa para tomar asiento.

—Chicos, ¿Ya conocieron a Akashi? —mencionó el rubio—es un gran tipo, además, es nuevo en la escuela.

—Sí, ya tuve el placer de conocerlo, Shin-chan me lo presentó cuando fui a buscarlo a la dirección —expresó Takao secamente.
 
—Mucho gusto Akashi-kun, me llamo Kuroko Tetsuya —le sonrió.

—Un gusto, Kuroko—devolvió la sonrisa.

Durante su estancia en la cafetería, todos mantenían una conversación basada en chistes y otras cosas, el único que no estaba en la conversación era Takao, solo observaba al pelicereza. Se le venían pensamientos sobre Akashi, parecía que se estaba volviendo paranoico, pues no podía dejar de pensar que él posiblemente le podría alejar de Midorima. Sí que parecía absurdo que pensara eso, el chico parecía amigable y no daba señales de que gustara de Midorima.

Las clases transcurrieron con normalidad, al menos hacían que Takao dejara de pensar en Akashi y se concentrara.
Terminado las clases, Takao guardó sus cosas y esperó a que Kuroko acabara. Cuando salieron del salón, caminaron a la salida, Takao pudo ver que Midorima estaba ahí parado, su sonrisa volvió aparecer al verlo, y se hizo más grande al ver que no estaba Akashi, apresuró el paso dejando atrás a su amigo.

—¿A quién esperas? —le preguntó con una sonrisa.

—Pues a tí, ¿Qué no es obvio? —dijo irónico—Tardaste mucho.

—Perdón, la clase acabó tarde, pero lo bueno es que ya estoy aquí —le tomó la mano para poder entrelazarla con la suya, luego se acercó para poder besarlo en los labios, a lo cual el mayor correspondió agarrándolo de la cintura, el beso fue delicado, se tuvieron que separar por falta de oxígeno, ese beso puso más feliz al pelinegro —¿Nos vamos?

—Sí, vamos.

El camino a la casa de Takao fue bastante ameno, ya que cada broma que le hacía al mayor, éste se reía o le devolvía la broma. Aquello le hizo pensar que Midorima nunca lo dejaría por alguien más.

NOTA:
Perdón si me tarde en actualizar, lo que pasa es que estaba ocupada, espero que les guste.
Selena aquí está el capítulo espero que te guste mucho te quiero

DESTINO CON HERIDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora