Sadomasochist. → KaiLen • LenKai

3. Painkiller.

Tengo que decir que three days grace es mi adicción y van a tener que soportarme. (?)

La canción de hoy es Painkiller, obviamente de TDG.

Cuando veo muchas novelas turcas sale un capítulo como este 😂

Pd: no odio a Miku, no la quiero pero no la odio. Eso. 💞

Pd²: Las experiencias de tu hermanastro sirven de algo, no sí. 😂

Enjoy.
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3. Painkiller

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Después de la clase de periodismo —que compartía con los tres, de hecho— nadie había entendido nada. Por lo que se pasaban los apuntes o pedían ayuda después de clases. Algo totalmente ajeno, porque yo si había prestado atención y entendido lo que se pasaba.

—Es estúpido —dijo Yuma, tomando su jugo de naranja— digo, se quejan de que no entienden en clase y luego van a pedir ayuda. ¿Acaso no pueden decirlo en clase?

—No entendí. Así que le voy a pedir los apuntes a mi hermana —se encogió de hombros, Gumo.

—¡Kaito! —Gritó una voz chillona desde atrás.

Dios, mis oídos. Peor que mi hermana.

El nombrado se dio la vuelta, soltando un suspiro de nerviosismo.

Que rayos.

—Lo siento, eh...

—Miku —respondió la otra rodando los ojos.

—Miku, lo siento. Pero... Eso fue un malentendido.

—¿Un malentendido? ¿Así qué eso fui para ti, un malentendido? —rió— No te hagas, sé que sentiste lo mismo que yo. —dijo arrogante.

Zorra.

—Mira, Kumi, Kami, Miku, no me interesa —saqué la voz en toda la conversación— él ya te dijo que no quiere nada contigo. Así que vete derechito a la mierda, si no quieres que te lleve yo mismo.

—¿Y tú quien eres? ¿Su novio? —me inspeccionó con la mirada.

—Acertaste, niñata. Así que andate, que no tengo vergüenza de comerme con él en frente tuyo.

Se quedó callada.

—Eh, creo que deberías irte —río Yuma, soltando el ambiente tenso— ve a contar el chisme de que te utilizó con Gumi. Aquí no lograrás nada. Ven, te llevo —básicamente la arrastró hacia algún lugar.

Yuma es demasiado bueno para convencer y sobornar.

Kaito abrió la boca para decir algo, pero lo callé.

—Y tú, cállate. No quiero oír nada tuyo.

Arrastré a Gumo conmigo y salí del pasillo.

Si seguimos tratando a Gumo como un costal, no sé. Seguiremos igual.