Perfectamente opuestos

Capítulo 1:

Es muy extraña la forma en la cual me veo envuelta en toda esta situación, la manera en la cual mi especie de "normalidad" se me salía de las manos para convertirse en algo mucho más excitante que mi monótona vida encerrada en las paredes de mi departamento.

Ahora estaba justo aquí, ante la posibilidad que se nos da a pocos de elegir aquello que se convertirá en nuestro futuro, tenía la posibilidad de elegir algo desgastante y enfermo que a su vez me hacía sentir viva y me llenaba de felicidad, o regresar a la patética vida que había llevado hasta hace unos cuantas semanas... ya que sí, esto sólo fue cuestión de unas semanas. Dicen que las grandes decisiones de tu vida no te toman mucho tiempo.

Lo nuestro desde un inicio lo califiqué así, desgastante, enfermizo, posesivo y contrario a estas definiciones también lo califiqué como el amor más sincero y fuerte que, al menos a mi parecer, haya existido nunca. Ya que nunca fue algo común, bueno, mi vida nunca ha sido común.

Mi respuesta ante esta pregunta que jamás me hubiera esperado, fue afirmativa. Acababa de decir "si" ante la propuesta de matrimonio de un ser que pareciera que se encontraba en la misma situación que yo, jamás se imaginó que esto le fuera a suceder a él, éramos tan parecidos y tan distintos al mismo tiempo, encajábamos a la perfección, pero eso era porque ya habíamos entendido que algunas cosas si están predestinadas a ocurrir, al menos la maravillosa madre de este ser a quién tengo enfrente mío, se encargó de que así fuera.

Ni yo comprendo lo que está sucediendo en estos momentos... después de lo ocurrido, me encerré en la habitación de mi departamento para recordar todos los acontecimientos que me trajeron a esta situación, y para reflexionar, que ahora estaba a punto de vivir la experiencia que jamás nadie se imaginaria, pero aquella que a todos les encantaría vivir.

Me gusta estar en mi cuarto para pensar, es como estar en mi bosque, así le llamo yo: "Mi bosque". La única amiga que he tenido en toda mi vida me dijo una vez, que cuando quisiera meditar acerca de algo, me encerrara a oscuras, ya que así era más fácil pensar, y que convirtiera ese lugar en mi sitio preferido, el mío es el bosque, y así es como me concentro para meditar. Recordar no me cuesta mucho trabajo, pero ahora prefiero concentrarme realmente en recordar las últimas semanas que he vivido hasta el día de hoy.

 Mi nombre, es Alisson, actualmente sólo tengo 19 años de edad, y es un poco extraño pensar que estoy a punto de contraer nupcias, siendo precisamente yo la primera en reprobar los matrimonios a temprana a edad, pero esto era algo que realmente quería "¿Esto sentirán las personas que están por casarse o no todos tenemos la misma suerte de desear este momento?"  Pensaba mientras vagaba en mis recuerdos.

Mi familia... pff, mi familia... en esto era en lo que más me parecía a Loki, los lazos genéticos no eran precisamente lo que nos unía a nuestras respectivas familias, Albert, es aquel ser al que siempre he llamado padre, Eleonor, la mujerzuela "como la he llamado siempre"  a la cual siempre me rehusé a llamar "madre", a Loki le gustaba bromear diciendo que Odín y Eleonor harían una excelente pareja, al menos en ese sentido, de relegar a "su hijo adoptivo". La diferencia fue que al menos Odín se molestó en decir "hijo" a Loki, y permitir que él lo llamara "padre", a mi Eleonor, simplemente me odiaba, sobre todo por... mi habilidad... y dentro de mi familia también está Ghisell, mi "hermana" menor.

Eleonor odiaba mi habilidad tanto como a mí, y por ello obligo a mi padre a echarme de casa. Mi padre se preocupó por que yo llevará una buena vida, y que igual estuviera escondida, que me regaló uno de sus departamentos y cada semana depositaba una buena cantidad de dinero en una tarjeta de Débito, vivía bastante bien a decir verdad, y ya tenía un año y medio viviendo así. Mi mejor amiga, mi única amiga, Cameron, vino a vivir conmigo desde hace cinco meses, y eso me hacía sentir mejor.