Solo un poco de amor...

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El viento soplaba fuerte contra su ventana, una ventana vieja y descuidada, igual que el resto de la cabaña, toda sucia, llena de ratas y polvo, la madera de la cabaña era vieja y descuidada. Desde aquella habitación se podía escuchar los gritos de los padres de Anastasia.

Anastasia no podía dormir, su cama era muy dura e incómoda, además de que su habitación era muy tenebrosa para una niña de 8 años. Tenía mucho frío y la sábana que llevaba para cobijarse no era suficiente. Sus padres gritaban en carcajadas, estaban ebrios como siempre... Se escucharon los llantos de su hermano pequeño, haciendo que Anastasia se sintiera a morir.

-¡Estupido niño!- grito su madre... A lo que Anastasia no le preocupo ya que es muy usual ese vocabulario-

La noche era fría, y aún más cuando estaban en época de invierno, su casa se situaba en el bosque, Anastasia nunca fue a la escuela... Pero ella por su cuenta aprendió a leer, y aún se le dificultaba un poco la escritura, pero lo intentaba. Ella no tenía amigos, ya que sus padres no la dejaban... A veces le gustaba salir a su patio, su patio desgastado y seco.

Anastasia se levantó de su cama mientras se quejaba por la hora, estaba algo preocupada por su hermano menor, ya que su madre estaba ebria y podría pasarle algo, ya que no sería la primera vez. Anastasia se acercó a la puerta, la puerta era de madera muy vieja por cierto, acercó su mano a la manija haciendo una mueca ya que está, estaba muy sucia. Abrió la puerta y miró el pasillo, era como una casa horrible...

Salió de su habitación entrando al pasillo oscuro, sus cabellos castaños ondulados estaban con algunos nudos, sus ojos cafés se veían cansados y con algunas ojeras, su cara pálida, Anastasia no comía muy seguido. Se acercó al cuarto de su hermano menor, Jonathan... Tenía solo 1 año y medio, ya decía algunas palabras y ya caminaba.

-¡No! ¡Ya basta! ¡Los odio!-Grito su madre... Donde se encontraba con Jonathan-

-Tenemos que hacer algo... Estoy harto de estos mocosos- exclamó su padre fastidiado, en el mismo lugar donde se encuentra su madre-

Los llantos de su hermano ya no eran tan fuertes... Anastasia sabía que su madre lo estaría arruyando para que se volviera a dormir, pero es su estado de ebriedad no sabía ya como eran sus padres.

-Tengo una idea...- arrastro las palabras su padre, mientras Anastasia se asomaba para ver a sus padres en la habitación- Vámonos lejos, y dejemos a estos, no los llevaremos con nosotros- sugirió si padre-

-¿Que?... Pero, no hay mucho dinero y...- el hombre ebrio interrumpió-

-Vamos Lucy, sabes que la niña y el bebé fueron errores, y no los queremos más...-

-Pero... El bebé me da lástima, Rob...- contestó Lucy, la madre ebria-

-Tengo una idea...- contestó maléfico el padre-

Anastasia se alejó de la puerta decidida a dormir, sus padres cada día decían lo mismo, pero al final siempre regresaban por la mañana... Pero esta vez sonaban más seguros, no le preocupo mucho a la castaña, así que regreso a su habitación. Cerro la puerta, pero por alguna extraña razón... Anastasia decidió cerrar con seguro... Sólo por si las dudas, y su padre entraba a "jugar".

Anastasia se recostó en la incómoda cama, intentando dormir, pero el frío y la dura cama no la dejaban. Estaban en medio del bosque, y ella veía muy normal su vida, aunque no lo era.

Anastasia miró su puerta al escuchar pasos, la única luz que la acompañaba en la habitación era la que salía de su ventana de la luna, que reflejaba en la nieve de afuera, haciendo que se vea un poco de brillo afuera. La manija se movió intentando abrir, pero esta, estaba con seguro... Escucho a su padre maldecir y pequeños sollozos de su madre.

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