Tommy

4. En camino a la ciudad

Parecé que nadie notabá a Tommy, cada día se volvía una tortura para el minino.

No podían dejar a su gran amigo tirado en ese sucio callejón, comenzarón a lamerlo, inocentemente creyendo que su amiguito estabá dormido. Tommy con sus pequeños dientes comenzó a llevarle la lata de atún, creyendo que así iba a despertar, pero eso nunca paso.

La amiga de Tommy estabá recostada junto a Salmón, Tommy decidió acompañarla en su larga siesta. Antés de eso, repartierón la comida en tantos muy pequeños, los mininos tenían demasiada hambre por encima.

La pequeña minina durmió por unos instantes, Tommy decidió ir a explorar más su antigüa casa. Necesitaba ver más de cerca dónde por primera vez dió un respiro. Tommy estabá concentrado tomando agua del acantilado, cuando la pequeña gatita lo desvió.

Decidierón volver a emprender otro viaje, pero está vez no iban a regresar, iban hacía la ciudad y Tommy sabía perfectamente que no volvería a ver que el que fue su hogar por demasiado tiempo, dónde lo abandonarón y dónde paso la mayor parte de su vida.

Tommy terminó de tomar agua, estabá temblando del frio que hacía, la amiga de Tommy también estabá temblando de el fuerte frio, pero es como si no les impotará, comenzarón su nueva aventura, emprendierón una nueva aventura hacía la ciudad, sin conocer los riegos, cada gato que íba a la cuidad no regresabá nunca. Tommy decidió que erá hora de irse.

Horas después, Tommy y su amiga decidierón partir, para ya no regresar.

Los dos pequeños mininos tratabán de entender la situación, todo comenzabá a ponerse densó y frío, ya habían llegado a la ciudad.