" Cuento de princesas "

El sueño

Mientras iba al trabajo, mire hacia la ventana, e intentaba acordarme del sueño que tuve, fue muy raro la verdad, cerré los ojos intentando recordar poco a poco, de pronto se viene una imagen, estamos en el coche, es un día soleado, sin nueves era raro porque era otoño, íbamos abrigados, porque hacía frio aun así, estabamos peleando con mis hermanos, mi padre intentando aliviar las discordias que tenemos, mi mamá diciendo - Cariño mira hacia la carretera- con una voz de miedo, pero a la vez aliviada. Cuando de repente se me viene un escalofrío por todo el cuerpo, se pone la piel de gallina y es cuando me viene una luz, como si fuera una explosión, miro hacia los lados veo a mi madre sonreír- pequeña tranquila saldremos de esta- me sonríe, y de repente cierra los ojos, lloro con un gran dolor. Fue ahí cuando me desperté de un golpe, como si se me acabará la luz, me duele la muñeca como su estuvieran apretando me, mis hermanos están durmiendo y no quería que se despertarán, sentí un dolor como cuando te apretaban la muñeca en ese momento cerré los ojos intentado aliviar el dolor, escuché una voz, esa voz me suena esa voz es de mamá, diciendo me que luchará, la voz que tenía era de dolor y tristeza como si pasará algo malo, abrí los ojos del susto, pero lo que veía era a mi hermanos durmiendo.
Ya era por la mañana y el sueño me daba vueltas cómo si no era un sueño, era imposible estoy aquí en el trabajo.
Cuando de repente se acerca la hija de la jefa, esa arpía mala. Continúe con los platos y la cabeza en alto, intentado ignorar la mirada de asco que ponía Melissa, cuando iba a entrar, apareció Mel y me puso la zancadilla, se me cayeron todos los platos y vasos, y luego de eso, con su cara de rata dijo - Mamá, te juro que ha sido sin querer, yo no quería hacerle daño y si me cae bie- me miro con una mirada, y sonrió. Pedí diculpas - Lo siento mucho de verdad, ya lo pago yo con mi sueldo- si mi sueldo que ni valía para comprar arroz, quería ver si colaba y me decía que no, porque la madre de Mel era un encanto de mujer en comparación a la hija. - Tranquila, a sido una accidente, un accidente lo tiene cualquiera- sonrió y se fue.
Cuando acabe de limpiar todo, me dirigí hacia casa, en el metro me puse los auriculares, suspire, intentado decir que me faltaba una persona a mi lado, pero no sabia quien. Entonces puse la canción a máximo volumen y deje que los recuerdos pasasen, cuando llegue a casa, mi madre estaba llorando, tenia la piel de gallina, como si alguien me estuviera diciendo algo y no lo puediera escuchar bien, cuando mi madre me miró y ... - Cariño lo siento, tu padre a ido al hospital se encuentra muy mal, le han detectado un cáncer en el pulmón, dicen que no es nada grave, pero ya sabes como soy - a lo que se refería, es que es muy sentimental, y propensa a llorar. No necesitaba nada, intentaba no llorar, para que mi madre estuviera mejor, ya que a veces hay que ser fuerte, como algunos dicen.
Ya era de noche y me fui a dormir, me costo bastante me giro, escucho - Ana, papá de recupera- dijo con una voz suave, Miguel. - Sí, tranquilo, han dicho que no era nada grave, sabes que papá es difícil de roer- le sonreí, a pesar de que en verdad estaba llorando por dentro. - Necesito un abrazo- dijo la pequeña, con una mirada más inocente y tierna que pueda existir. - Claro, ven aquí- y cuando la abracé, todos vinieron, y fue un abrazo, del cual no olvidas fácil. Esperaba dormir, pero no paraba de repetir la frase que me dijo mi padre, que mejoraría todo. Él sabía, que tenía eso? Fue la última pregunta que me vino en mente, antes de dormir, cuando cerré los ojos, sentí como si me hubieran dado un beso, más tierno que cualquiera.