Verano del 1903, cuarto de desayuno del Hotel Imperial, 07.30 am.
Macarena estaba sentada en la mesa junto al ventanal, hablaba con Julieta su media hermana sobre las actividades que realizarían esa misma tarde. En su mesa el café estaba tan caliente que despedía vapor, el sol pegaba sobre el vidrio iluminando sus rostros permitiendo contemplar ambos perfiles, cuasi perfectos.
Se rompe la armonía, da su entrada un joven que trastabilla con un carrito de comida y cae ensuciando su camiseta con algo que parecía ser una especie de merengue color rosado. Se levanta ágilmente, tan rápido como el pestañeo de unos ojos lo permiten,casi imperceptible, estira su ropa y ve una mano extendiéndole un papel para que limpiará su camiseta, o al menos lo intentara. Javier fugazmente entre disimulo y vergüenza pasa el papel sobre la mancha y luego sigue camino hasta la mesa que le había sido indicada.
Julieta no paraba de reírse ante tan ridícula entrada, pero un poco más adelante, Macarena no podía quitarle la mirada a ese chico con aire despelotado, sonriente y hermoso.
Javier ordena una taza de café, pero pide a la moza que la colocará en la mesa de Macarena, a quien segundos antes de caer no había podido quitarle los ojos de encima y por quien no habría mirado el carrito, por lo que terminó haciendo el show de la mañana.
Julieta se levanta minutos antes de que la taza de Javier llegue llena de café a su mesa. Avisa a su media hermana, que iría a su habitación a fumar un cigarrillo y alistarse así podrían agarrar camino a uno de los parques al cual no habían tenido oportunidad de conocer algunos días antes. Casi coordinadamente Julieta salía de aquel cuarto y la moza dejaba la taza sobre la mesa de Macarena.
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Aprender de ti..
Short Story1903, USA. Ella decidió adentrarse a lo más profundo que jamás había podido conocer, entre vueltas y enredos cayó al fondo, a ese oscuro lugar donde las luces brillan sólo para quien el corazón del mounstro lo quiere.