Carmesí

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Mi sangre, color carmesí. Tal como pétalos de una flor que caen sobre el suelo húmedo, y se chocan entre sí.
Si me desnudo el alma, no seré algo mas que esto. No seré otra cosa que una frágil llama de fuego intacta.
Y si mis pétalos arden, si mis pétalos se caen, ya no quedará más nada de mí. Florecerá una flor que no es flor, nacerá una llama imposible de entibiar almas.
Mi sangre, color carmesí. Pero por si dudas, hoy mi llama sigue intacta. Mis pétalos siguen en la rosa del corazón y del alma.
Y es que hoy mismo me siento más yo que persona, más flor que rosa, más fuego que llama.
Necesito de la lluvia para volver a mí, y del viento para dejarme fluir.
(...)

Sentirse vivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora