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Desde que era una pequeña niña mi primer pensamiento al tener miedo a sido recurrir a tus brazos. ¿Sabes qué es lo más lindo, papá? Que los años van pasando y eso no cambia.

Siempre estás en mi mente para ser esa ancla que va a sostener mi barco para que no se hunda.

Cuando me dicen, ¿qué es lo que te hace feliz? Estas ahí.

Eres mi felicidad, papá.

Cada momento contigo ilumina mi vida. Incluso aquellos en los que te has puesto serio para darme una regañada por haber hecho algo que no te gustó, o que no estuvo bien, son lindos antes de mis ojos.

¿Y sabes por qué?

Porque después de aquel regaño que me has hecho con tu mirada que pide a gritos «no vayas a molestarte, es por tu bien» vienen tus palabras de aliento para hacerme saber que puedo fácilmente cambiar esa situación.

Y es que para ti, lo puedo todo.

La favorita de papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora