10/11/16

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Estaba en el insti y era la segunda hora cuando vino la mujer de conserjería.
-¿Kim Armas?
-Soy yo.
-Recoge tus cosas, han venido a buscarte.
Me puse a recoger mis cosas.
-Kim ¿qué pasa?
-No lo se, luego te escribo cariño.
Me fui y me encontré a mi padre.
-Papá ¿qué pasa?
-Tenemos que irnos Kim.
- ¿Qué?
Salimos del insti y fui en silencio hasta casa.
-Ya he dicho en el instituto que faltarán hasta el día 13.
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Hija.
-Mamá ¿qué pasa? Tengo miedo-Me puse a llorar.
-No llores cariño.
Le abrace.
-Mira, Kim- Me seque las lágrimas- Lo que te voy a decir ahora seguramente no lo creas, porque los has borrado de tus recuerdo pero...
-¿Pero qué mamá?
-Jake no es tu padre.
-¿QUÉ? ¿CÓMO QUE NO ES MI PADRE?
-Kim calmate.
-NO, NO QUIERO CALMARME, QUIERO UNA EXPLICACIÓN.-Todo esto lo estaba diciendo llorando
-Kim, cariño tu padre es Kevin.
-¿Kevin?- ¿Por qué me suena tanto ese nombre?
-¿Sabes quién es?
-Me suena pero...
Mi padre que hasta ahora no había hablado me enseño una foto de Kevin y, por desgracia, era él, era el hombre de mi sueño, me asusté.
-Kim, cariño, ¿qué pasa?
-¿Por qué he soñado con el?
-Es tu padre Kim-dijo mi "padre".
-Ha estado 3 años en la cárcel.
-¿Por qué?
-Por pegarme y por pegarte a ti.
Derrepente me vinieron todos los recuerdos, todas las palizas, todos los viajes al hospital, todos los gritos...
-Kim cariño.
Nada más que mi madre me tocó me puse a gritar y a agarrarme la cabeza, no quería volver a recordar todo aquello y las consecuencias que tuvo.
-Kim, Kim calmate por favor.
Mi madre me agarraba la cabeza, mi "padre" me abrazaba y me decían cosas para que me calmará, pero... No podía calmarme y menos si el volvía.
Al cabo de un rato se me pasó y me fui a la cama.
-¿Estas bien?
Era un mensaje de Maya.
-No.
-¿Qué ha pasado?
-Jake no es mi padre.
-¿QUÉ?
-¿Te acuerdas el sueño que tuve?
-Si.
-Ahora se porque.
-El hombre del sueño era tu padre.
-Si.
-Pero, ¿y los gritos?
-Eran de mi madre, porque la maltrataba y a mi también.
-:-o, lo siento mi niña.
A partir de ahí no le hable más, lo único que quería era dormirme y volver a despertar y que me dijeran que todo esto no era más que un mal sueño... Pero no fue así, no tengo esa suerte.

A un paso del peligro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora