La vida dentro de sus casualidades e incógnitas te puso en medio de una ruptura amorosa, anticipada por la muerte de tu padre. Frente a mi esta mi máquina de escribir, ese objeto antiguo, ruidoso, que en ocasiones me ha querido amputar un dedo, tiene entrelazada una página, una página blanca sin una sola letra en ella, no hay nada, pero la idea es que en ella haya cientos de palabras que terminen conformando un texto y después de varias páginas un libro, el cual sería el próximo éxito publicado por el gran escritor Calvin. Si soy yo Calvin Withman en teoría, sin embargo hoy no soy yo, no ese escritor, porque mis ideas ya no se plasman en palabras, me encuentro bloqueado, el psicólogo dice que es un bloqueo mental causado por mi inseguridad ante la ruptura con la única mujer que he amado Lila Anderson, pero eso solo es lo que él opina. La realidad es que estoy sólo… vuélvete un famosos escritor y sabrás lo que es tener compañía por interés. Que las chicas solo quieran acostarse contigo porque les gustaría quedar inmortalizadas en las páginas de la fértil imaginación de Calvin. Mi padre era la única persona a la que podía llamar familia, sin embargo los infartos no mandan notificaciones de advertencia. Mi único amigo es Scotty, él es peludo y un tanto canino pero me entiende mejor que nadie. Pero ni Scotty me puede ayudar a encontrar la inspiración que necesito.
Son las 3 am y he despertado exaltado, sudando, mis manos tiemblan y no logro respirar regularmente. Soñe… soñé con una chica, no era Lila. Caminaba hacia mí, se sentó a mi lado, me preguntó toda clase de cosas y yo solo respondía automáticamente, su sonrisa me tenía hechizado, admirado, su cabello era largo y ondulado, su piel arena y porcelana, su sonrisa la más tímida y hermosa que haya visto, sus ojos pequeños pero no hacía falta que fueran más grandes, encajaban perfectamente en su rostro. Me enamoró…, no puedo creer que haya llegado hasta este punto en mi locura, ¿será mi soledad?, no lo sé, pero la quiero volver a ver, quiero oír su voz, aunque sé que es solo parte de mi imaginación. Escribí toda la madrugada sobre ella, ¡ella me inspira!. Miró el reloj y ya son las 6 pm, el ocaso anuncia la retirada del sol y yo aún escribo sobre ella, pero debo detenerme y dormir, quiero volver a verla.
Hoy desperté más inspirado que nunca, mi subconsciente me dice que estoy obsesionado con ella, pero mi corazón me dice que le dé a estas hojas más de ella. Se llama Ruby Sparks, le encanta leer, bailar bajo la luna, caminar por los verdes prados, ama a mi mascota Scotty, habla mucho pero cuando no lo hace mira todo a su alrededor, indagando el por qué existe el mas mínimo objeto hasta el más magnifico integrante de la Tierra. Cuando prepara algo en la cocina lo hace bailando por que sin duda la comida debe llevar esa sazón. Pero al darse cuenta que la observo se sonroja y me mira con una sonrisa tímida. Pero todo es un sueño, es parte de mi trabajo yo escribo lo que mi mente me dicta pero en esta ocasión mi mente no me ha dicho nada… mi corazón me deletrea su nombre… R U B Y.
Me quedé dormido con el rostro postrado en las teclas de mi vieja máquina de escribir. Siento la columna hecha añicos, mi cuerpo se tambalea al levantarme de la silla, debo buscar agua. Me dirijo a la cocina. Mis pies se arrastran, odio estar despierto, quisiera seguir durmiendo viviendo en ella, estando con ella, dormido estoy viviendo, a mi manera pero es mejor que mi realidad. Tomo un vaso lo lleno de agua, voy de regreso a mi silla, tropiezo con unos pequeños zapatos de mujer, sigo caminando… ¿zapatos de mujer?, Me detengo, volteo y si: zapatos de mujer. - ¿Calvin? Me dice una hermosa voz proveniente justo detrás de mí, esa voz no me asusta, me exalta, me emociona, me encanta, pero ¿acaso sigo soñando?, vacío mi vaso de agua sobre mi cabeza. Bien me convenzo que ahora ya he despertado pero al ver el suelo siguen estando unos pequeños zapatos de mujer, y al volver mi frente en alto la dueña está allí, justo a 5 centímetros de mis labios. Con una sonrisa y sus ojos me miran fijamente. Las gotas de agua resbalan lentamente de mi cabello que podría jurar que cada una se detiene a verla. Es ella…
