Mentiras.

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Luego de su encuentro con Kore; Hades seguía caminando triunfante  por haber provocado esa reacción en aquella doncella, caminaba hacia donde se encontraba Zeus, quien estaba aún sentado en su trono.

-¿Descansando?-Preguntó Hades.

-En realidad solo pienso-

-¿En...?-

-Kore, mi hija-

-Ya veo.- Hades sólo miraba con una sonrisa tenue en sus labios el enorme paisaje que el Olimpo ofrecía.

-Te noto feliz Hades, no me digas que ya conseguiste una compañera de vida- Dijo Zeus con picardía.

Bufó. - Es por eso que vine hasta aquí Zeus- una media sonrisa se marcaba en su rostro, tomó un leve respiro y cruzó brazos- Pues supongo que sí, sabes no tengo mucho tiempo y creo que seré algo breve.-

-No entiendo por qué vienes a decírmelo a mí pero por supuesto, te escucho.- Estaba interesado en lo que Hades diría, era una novedad que él  quisiera hablar sobre  esos asuntos.

-Tu hija, Kore; es ella quien me interesa-

Hubo unos segundos de silencio, Zeus estaba muy sorprendido, no le desagradaba para nada la idea pero era realmente extraño.

-¿Estás interesado en kore?, creí que la despreciabas por haberte dejado en ridículo en su cena.-

-No.- Dijo ahora serio.- La insolencia que tu hija hizo queda en el pasado, tal vez su belleza es más poderosa que las estupideces que hace- Dijo actuando como si realmente estuviera embobado, a él le interesaba Kore, pero no tan solo por lo bella que era, si no mas bien por su actitud arisca, esa actitud que la caracterizaba en el poco tiempo que Hades la había visto.

-Y supongo que ella está de acuerdo ¿Verdad?- Dijo Zeus sospechando un poco.

-Si, lo está- mintió.

-Me sorprende lo rápido que tú y Kore se han enamorado.- Dijo  casi riendo consciente de lo que evidentemente era una mentira aún así haciendo caso omiso a aquel detalle ¿Por qué? Sólo él sabe.

Hades alzó un ceja, era claro que no podía juzgarlo. - Es normal ¿No? no sé qué te sorprende, incluso tú tuviste una hija y yo ni siquiera estaba enterado-

-Eso es porque ni siquiera vienes muy seguido por aquí, además la madre se la llevó apenas nació, ¡vamos Hades solo bromeaba!; no estés tan serio.- empezó a reír nuevamente.

-*Siempre me irritas*- pensó Hades mientras respiraba para calmarse un poco.- Entonces ¿Me permites cortejar a Kore para así convertirla en mi... esposa?- Le parecía ridículo pedirle permiso a Zeus, pero con su bendición nadie podría estar en su contra, ni siquiera Deméter.

-Por cierto Hades, ¿Deméter lo sabe? ella es muy celosa con su hija mira cómo la ha alejado de todos los dioses a tal manera de llevarla a vivir lejos de aquí, si ella no está de acuer...-

-No te preocupes por eso, quiero a su hija no a ella.-

Entonces si es así.- Lo miró con picardía nuevamente.- Buen provecho- se echó a reír.

-Entonces si es así... me retiro, *¿Qué hay con esa expresión, me da asco*-

Hades se marchaba asqueado, le irritaba siempre las reacciones de Zeus, pero en este caso debía tolerarlo demasiado, después de todo, la mayor parte del plan ya estaba realizada.

*   *   *  *  *  *   *    *   *      *      *       *             *                 *

Cierta diosa aún caminaba desesperada buscando a su madre, su rostro ya no estaba tan rojo pero aún sentía que le faltaba el aire.

Granada en la niebla (Hades y Persefone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora