Mis sueños

Sueño 1: una noche en el parque

     Era de noche ,estaba con una chica en una explanada de tierra no muy grande con dos caravanas, un hipopótamo alejado, un chico  alto y orgulloso y un reptil de 5 metros de largo y unos afilados dientes en forma de colmillo y una mirada asesina, un cocodrilo del Nilo gigantesco. Al fondo se encontraba un parque con el suelo se piedras, toboganes esparcidos por la zona y en medio del círculo que formaba, un lago de agua verdosa y una preciosa fuente en el medio.

    La chica gritó al ver al cocodrilo y este al escucharla fue directamente a por ella pero el chico alto le paró en seco con un gesto de mano y me miró con una sonrisa burlona, y dijo:

  - Vamos a jugar- sus ojos me miraban directamente y enseguida me di cuenta de a que se refería, quería que el cocodrilo nos comiese a la chica y a mi, y él estaría ahí para verlo y disfrutarlo.

  Corrí para ponerme a salvo debajo de un palo grande y me tumbé debajo, el chico vino corriendo a quitármelo de encima y estuvimos un rato forcejeando hasta que la chica llamó a gritos al cocodrilo, que esperaba su cena paciente, y corrió seguido de su "amo" que pareció olvidarse de mi.

   Salí corriendo a meterme en una de las caravanas y me escondí tras una máquina expendedora, escuche un chillido y supe que la chica había muerto al escuchar la risa de científico loco del extraño. 

  No supe como pero la caravana tenía sótano, en el que tiempo antes se había metido el hipopótamo. El chico entró y me llamó para que saliera de mi escondite y entonces vio el sótano y se metió de un saltó, escuche al hipopótamo corriendo hacia su enemigo y antes de escuchar el choque de la embestida, todo se silenció.

  Entonces vi en mi cabeza el cerebro de el joven, una parte estaba normal pero una parte verde indicaba que el cocodrilo se había fusionado con él, y ahora tenía un poder invencible en sus manos.

  Presa del pánico salí de detrás de la máquina y corrí hacia el parque, mis zapatillas pisaban las piedras y casi me tropiezo con una, pero al final llegó a subirme un tobogán y entonces el chico me mira a los ojos y me estremecio ver su mirada asesina y astuta, entonces tuve ganas de tirarme al agua y suicidarme entre el resplandor de la luna llena, y, en ese momento, todo se acaba.