Todos decían que el viaje a Marte, su colonización, su investigación iba a ser el gran paso a una nueva era, la era espacial... puras mierdas, la única verdad es que gracias a esa idea, esa ambición es que yo estoy aquí encerrado en Deimos, una de las lunas de Marte, con un montón de cadáveres, demonios y una decoración que... tengo que decirlo, esta de puta madre, tienes que verlo, las paredes plateadas repletas de sangre, las tripas de esos asquerosos demonios regados en el suelo, los cuerpos descuartizados y yo con un traje que apesta a mierda, pero me protege de esos imbéciles que no pueden matar ni a su estúpida madre. Pero te dirás, ¿de que madres hablas?, ¿que tipo de drogas me fume?, déjame contarte como llegue a este lugar y porque pienso así.
Todo empezó el 21 de Marzo del año 2142, yo pertenecía a un grupo especial de marines, era uno de los mejores, honestamente te podría sacar la madre cuando quisiera, era muy respetado, pero tenia mis principios, no era de esos irrespetuosos concha sus madres que te obligaban a hacer cosas fuera de las normas, yo no era así, masacraba a quien se lo merecía; en fin, ese día, ese maldito día, fue cuando empezó todo, nos llamaron para detener una revuelta que se había salido de control, la verdad no entiendo, nosotros eramos una fuerza de talla élite, que mierdas hacíamos deteniendo una revuelta, deberíamos estar en la guerra o algunas de esas estupideces que hacen los marines; pero bueno, fuimos para allá, no me acuerdo la calle, de hecho no me importaba, solo quería terminar para poder cuidar a mi conejita Daisy, era lo que mas quería en este mundo, al llegar nos percatamos que no era una revuelta, eran unos manifestantes que estaban resistiendo el ataque de los policías, pues ellos querían entrar a la Casa Blanca, al parecer exigían derechos para los trabajadores de Marte o algo así, el comandante de la tropa nos ordeno dispararles con el fin de dispersarlos y así poder reducirlos, yo lo hubiera hecho, pero el detalle era que nuestras armas estaban cargadas con balas de alto calibre, un impacto directo podía ocasionar daños graves o sencillamente la muerte, yo me rehusé, pero el hijo de puta insistía, yo por sentido común no podía obedecer esa orden, el concha su madre empezó a amenazarme, decía que si no acataba la orden me sacaría a patadas de los marines, incluso insulto a mi pobre e inocente Daisy, eso si me encabrono, no me pude contener, nadie toca a Daisy y vive para contarlo, así que le di un puñetazo en la nariz tan fuerte que se le rompió, estaba colgando y brotaba sangre a chorros, pero aun tenia furia, así que le saque su mierda al hijo de puta ese, el pobre gritaba de dolor, mis compañeros tuvieron que neutralizarme para que no le siga masacrando; tiempo después fui llevado a un juicio, en el cual, el comandante me denunciaba por insubordinación, agresión a la autoridad y otras mierdas como esas, luego de 3 años, terminado el juicio fui desterrado de la Tierra, pues me consideraban agresivo y fui mandado a Marte, ustedes dirán ¿que castigo es ese?, déjame decirte que Marte era conocido por explotación a su personal, solo los que estaban desesperados por trabajo iban allá, era su única salvación, en fin, fui enviado para allá.
Al llegar me recibieron bien, era obvio, primero te tratan bien y luego te maldicen, insultan a tu madre y todo por tan solo llegar tarde, si, ese era el trato, lo supe con tan solo mirar el rostro de los trabajadores, pobres tenían muchas ojeras, se notaban que temblaban por falta de energías, en fin, me recibieron y me indicaron que tenia que ir al control de mando para recibir mi uniforme, armamento e indicación, ya saben, el típico protocolo que solo a los imbéciles les gusta seguir, bueno, al entrar a las instalaciones era todo muy moderno, se notaba que la tecnología empleada era de alta calidad, pero eso si, el costo de mantenimiento era alto, pues se podía ver a los trabajadores cerca de los servidores o paneles de control todo el día, eso si es trabajar, esos hombres tienen mi respeto, al llegar al control de mando me encontré con varios de mis compañeros escoltando al general, era un hombre se unos 45 años, tenia el cabello blanco de canas y múltiples decorativos y medallones en su uniforme, este si es un mayor, no como ese imbécil que en su uniforme no tenia ni mierda, su nombre era Frank; en fin, me dijo lo típico, bienvenido a Marte y bla, bla, bla... después de media hora de sermón me indico el camino para recoger mi uniforme, bien en marcha, camine por los largos y plateados pasillos, abría puerta tras puerta, de hecho no lo habría, solo pisaba una alfombra en el suelo que hacia que la puerta se abriera automáticamente, esto si es el futuro, luego de lo que para mi era una eternidad de caminata encontré los vestidores, en este lugar te reconocían por un numero, pues a pesar del maltrato eran muchos los que trabajaban, así que enumerarlos era lo mas indicado, mi numero era el 19567, luego de recorrer largos pasillos llenos de casilleros encontré mi numero, al llegar me encontré con una combinación holográfica, no recuerdo muy bien mi combinación, pues estaba dentro de la media hora de sermón, así que no puede entender bien, pero por suerte lo tenia anotado al costado de mi numero, era el 567, bueno la combinación era algo predecible, pero aquí no ocurría robos pues la seguridad era máxima, cualquier error era considerado falta grave y podían dejarte sin las necesidades básicas (agua, comida y electricidad), eso hacia que casi nadie infringiera las normas de la estación en Marte, bueno recogí mi uniforme, era muy pesado, parecía un traje, tenia un casco, la vedad no se para que, en cualquier caso no saldría a la superficie marciana, luego de ponerme el uniforme (aunque sigo pensando que es un traje) fui a recoger mi pistola y mi subfusil a la armería, el marine encargado era muy carismático, su nombre era Matt y estaba en Marte desde hace 5 años, la verdad no se como soporta este lugar, él amablemente me entrego mi pistola y un subfusil que la verdad tenia un diseño atemorizante, venia con una mira incluida y podía atravesar cualquier estructura, todo esto era para atemorizar aun mas a los trabajadores, sigo pensando en como se mantienen aquí, luego me despedí de Matt y retorne al control de mando, Frank me estaba esperando.
--Bien marine, como tu primera misión, por así decirlo, tienes que ir a la sala de teletransportaciones y quedarte en la puerta vigilando--
--¿Que?, ¿sala de teletransportacion?, ¿vigilando?-- para esto entrene, que mierda de misión.
--Es una larga historia-- mira al suelo.
--Pues acabo de llegar y exijo una explicación de como trabajan aquí, para estar al tanto--
--¿Que ofensa es esta?, no debería hablarle así a un superior-- la cague.
--Discúlpeme general, es que estoy algo nervioso por todo esto-- ¡ufff!
--Bien, que sea la ultima vez, te explicare, la UAC (Union Aerospace Corporation) esta últimamente fascinada por la teletransportacion, todo ocurrió desde que unos trabajadores, cuando exploraban el exterior, encontraron unos planos, al parecer de los primeros colonizadores que vinieron a Marte, pero lo mas raro es que el idioma estaba en ingles, así que fue fácil seguir las instrucciones, pero desde hace 1 semana estos teletransportadores empezaron a funcionar y a su vez mostraban unos cuantos fallos, hasta el día de hoy no encuentran una solución, bueno eso es todo lo que te puedo decir; ve, no interfieras y cuida que no pase nada malo--
--Ok, mi general-- me retiro.
--Que tengas suerte, la necesitaras-- ¿que mierda?.
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Doom
FanfictionDoom un juego que revoluciono los FPS; aquí presento a nuestro protagonista en su recorrido por Marte, sus lunas Phobos, Deimos y la Tierra junto a los demonios que le hacen la vida imposible.