Prologo

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Una niña pequeña de cinco años se encontraba en el parque jugando con su cubeta y su pala. Su madre, quien estaba sentada en un banco a lo lejos, la vigilaba. La niña amaba jugar en la arena de la plaza, le recordaba cuando sus padres la llevaban a la playa y construía castillos de arena con su papá. Últimamente su papá tenia mucho trabajo y pasaba poco tiempo con ella.

  A lo lejos un niño dos años mas grande la observaba, muy sumido en sus pensamientos ve como un jovencito la golpea en la cabeza con una pelota. La pequeña asustada comienza a llorar. Él decide acercarse a ayudarla, cuando se estaba acercando escucha como él niño empieza a gritarle. Decide correr hacia ella para ayudarle. Ve como el chico empieza a gritarle malas palabras, entonces enojado se pone entre el cuerpo de la pequeña y del bravucón.

  -- ¿Que haces? ¿Acaso nunca te enseñaron como tratar a una niña? Aléjate – dijo el niño.
  -- ¿Acaso nunca te dijeron que no debes meter tu nariz donde no te llaman? – el bravucón se acerco para intimidarlo, pero no lo logro. El pequeño niño ni se movió, no se daría por vencido tan fácilmente.
  -- He dicho que te vallas, ella no te a hecho nada. – el pequeño de siete años era muy valiente, no permitiría que nadie le hiciera daño a esa pequeña.
-- ¿Qué esta sucediendo aquí? Bella, cielo, por que lloras?—la madre de la niña se acerco por l alboroto que estaban armando los niños.
-- Señora, este niño le estaba diciendo cosas muy feas a su hija, debería ir a hablar con su madre. Fue muy cruel con ella, y le pego con su balón!! Ella ni siquiera lo estaba mirando.—el se acerco a la madre de la pequeña niña, ahora llamada Bella, que hermoso nombre él pensó. Realmente estaba preocupado por ella, desde que había llegado ella no había parado de llorar.
-- Bell, es eso cierto? Este jovencito te ha golpeado? – Bella miro a su mamá y asintió con la cabeza.

Muy enojada la mujer fue empezó a retar al niño. Unos minutos mas tarde, mientras la mama de Bella seguía retando al jovencito, la madre de este se acercó. Ambas madres empezaron a hablar, la madre de Bella estaba contándole todo lo ocurrido. La mujer enojada y decepcionada por lo que había hecho su hijo, tomo cartas en el asunto. Pidió disculpas y se llevo al niño a su casa.

  El pequeño se acerca a Bella y la ayuda a ponerse de pie. Bella avergonzada se limpia las lágrimas con el dorso de su mano. Y lo mira, muy agradecida por todo lo que hizo.

- Gracias...– susurra la pequeña demasiado apenada como para mirarlo a los ojos.

- Ian, mi nombre es Ian – el sonríe.

- Entonces gracias Ian.

Esa tarde de verano dos niño se convirtieron en mejores amigos. Vivieron todo juntos, alegrías, tristezas, molestias, aventuras.
¿Estas dispuesto a leer esta historia? Por que puede hacerte llorar y saltar de alegría al mismo tiempo.

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