Gritos, peleas, golpes... Si esa es mi vida te preguntarás ¿y eso a mi que? Pues sólo soy una adolecente común y corriente como todas las demás pero con una historia un poco diferente.
Amor, dolor, promesas rotas... mi infancia no fue la mejor bueno eso de tener un padre alcholico no es muy bonito, simplemente todas las noches llevaba a poner la casa patas para arriba... por otro lado tenemos a la madre amorosa y que apesar de todo no lo deja por que no quiere una familia desunida.
Desde niña eh tenido la perspectiva de encontrar un buen amor para no coneter los mismos errores que mis padres, ellos siempre vivían del trabajo así que me dejaban con mi abuelita, la mujer más amable que podrían encontrar pero claro al igual están esos tíos que como chingan la madre.
Serca de su casa siempre a las 12:00pm veía jugar a un niño de piel morena estatura baja y con una conflecion delgada siempre se veía sólo, tal vez era como yo sólo le faltaba un amigo.
-Hola me llamo Nana ¿y tu?
-Ren ¿Quieres jugar?
Y así fue como comenzó mi primer amistad desde los seis años recuerdo que siempre que llegábamos de las escuelas jugábamos alfrente de la carretera en medio de dos pequeñas montañas de tierra éramos niños para nosotros nada era imposible.
Me divertía mucho estando con el lástima que por las noches ambos teníamos que pasar lo mismo familias pudriendose...
Pasaba el tiempo y seguíamos jugando, asta que un día llego una tormenta algrado que se indundo, dejamos nuestros juguetes favoritos por que corrimos..
Fue una semana dura nisiquiera pudimos vernos la persona en la que más confiaba cuando nos vimos fuimos a buscar los juguetes pero ya no estaban
-lo encontrare- dijo ren con una voz decidida.
-era mi favorita lo eh de admitir pero... Ya no la encontraremos- le contesté con la mirada baja y lágrimas en los ojos.
Me miro fijamente y me dijo -no me importa cuanto me lleve la encontraré- éramos unos niños que sabiamos.
Así fue como obtuve a mi primer amor, así es a los 10 años de edad, paso una semana desde entonces y bueno... -¿se encontrará nanami?- pregunto ren -si hijo deja le llamo- fue cuando mi abuelita me dijo que ren me llamaba no lo dude y salí corriendo -¿Que pasa? ya mero me voy a mi casa... - conteste un poco desanimada -mira lo que encontré- contesto sonriente -cierra los ojos nanami-
-vale pero que no sea un bicho feo- conteste pero lo que no sabía en ese momento era la sorpresa más bonita que me pudo pasar a esa edad.