Three Crowns {A.U. Gajevy/Gale + Jerza}

☆》Three Crowns《☆

Filipinas
5 de Enero del 2000
6:50 p.m.

     Ambos pequeños acomodaban los pastos que habían recolectado con su tía en aquellas cajas de zapatos. La familia del Redfox había decidido tomar sus vacaciones junto a sus familiares, así que ese año viajaron hasta las islas de Filipinas, albergandose para las fechas en la gran casa del matrimonio Fernández y Scarlet. Sus extensiones de acres sirvieron de maravilla para lo que la familia buscaba; un retiro del mundo. Allí donde sus hijos corrían con los primos que en ese lugar llegaron a conocer, alejados de la nieve y colores verde y rojo, sus fiestas eran completamente diferentes a las que estaban acostumbrados. Claro, no para su padre... Esta era su familia, sus raíces, sus tradiciones. El lado de Gajeel eran todos originarios de la América Latina, siempre llevaban consigo orgullosamente su cultura, y es por eso que los mellizos habían experimentado por primera vez lo que era una fiesta en familión, el cantar canciones tan vivaces, nuevos platos en mesa, varias actividades que desconocían. Para ellos, estas habían sido sus mejores Navidades. Gajeel agradecía de corazón que su prima los hubiera recibido sin pedir nada a cambio, aunque... Así era Erza. Cualquiera que los viera, pensaría en realidad que los parientes serían su esposa y la pareja de la pelirroja, pero la realidad era que carecían de algún parentesco en las venas.

    En cuanto a los pequeños, había sido mágico todo. Primero con los regalos del 25, en esa misma tarde la reunión que llevaron a cabo los anfitriones... Tal vez hubieron ¿100? Incluso más, personas que decían ser parte de la familia de su padre. Al parecer, el ser latino conllevaba tener montón de familiares, les llevaría tiempo conocerlos a todos, ¡hasta hubieron unos ausentes! Luego, además del visitar las islas, la fiesta de año nuevo se celebró en otra vivienda, ese día no fue en sus tíos, pero si los primos de los primos (Mjm, los primos de los primos) y los fuegos artificiales se veían asombrosos desde la montaña, aquel espectáculo de luces y colores en la ciudad que apreciaban desde arriba fue hermoso para todos.

    Y al siguiente día, los menores estaban llenos de tristeza. No negaban que extrañaban sus amistades de barrio, pero el estar allí, para ellos, fue lo mejor del universo. En su crianza, la época de festividad ya hubiese culminado, sólo que... Acá, esto aún no acababa.

~   La peli-azul estaba rodeada por sus mellizos, quienes casi lloraban abrazándola en su cuarto de invitados en aquellas paredes de madera. - Porfavor mamá... Quedémonos un poco más-

- No queremos dejar a tía Erza y tío Jellal aún...- La pequeña Redfox y su hermano suplicaban a su madre. Ambos pequeños se sorprendieron cuando la mayor río.

-Chicos, no nos iremos aún...- Sus rostros se iluminaron.

-¡Claro que no se pueden ir! ¡Aquí, las Navidades duran hasta el 6!- Se voltearon, y vieron al dueño de esa voz. El primero en correr fue Asaki - ¡Tío Jellal!- y ahí, su hermana Nia le siguió para abrazar a la de la marca en el rostro . Ni iban a preguntar, porque era lo que deseaban escuchar. - ¿Quién me quiere ayudar a preparar unos postres?- "¡Yo!¡yo!" La peli-azul sonrió, adoraba ver como aquel pequeño cambio de ambiente había afectado de manera tan positiva a sus pequeños de seis años...  ~

    Y hoy estaban en la sala de aquella cabaña organizando sin algún orden establecido el césped que arduamente recolectaron después de andar y andar saliendo de los sembradíos de chinas en aquel lugar, mientras su padre les copiaba refunfuñando algunas de sus palabrotas y su tía terminaba su pequeño proyecto. Desde hace días que a ambos les retumbaba una pregunta... ¿Por qué allí duraba más la Navidad? ¿Por qué era tan diferente a su hogar en Italia?...