Ranma 1/2 - La hermosa estudiante de intercambio

Por favor, Guarda mi secreto...

 Ryoga aún se encontraba en la bañera mirando nerviosamente a la pobre muchacha en estado de shock, él realmente no sabía qué hacer.

-he, jeje ¿hola?- es lo único que atinaba a decir.

Cuando Ryoga se disponía a seguir hablando Aihara se desmayó mas no cayó al piso gracias a los hábiles reflejos del muchacho

- demonios, esto no puede ser- Susurro el joven de los colmillos, aun con la chica en brazos intentaba buscar una solución para su huida-.....tendrá que ser de esa manera, no tengo de otra-

Con mucho cuidado Ryoga recostó a Aihara unos minutos en el respaldo de la bañera y salió para coger una toalla cubrir a la chica, obviamente sin mirar, y dejarla ahora en el suelo. El joven de los colmillos no podía evitar el estar sonrojado, era una situación bastante vergonzosa.

Lo siguiente seria tomar un balde de agua fría y encaminarse al otro lado del cuarto de baño ''lo siento señorita pero... es la única forma que me queda de escapar'', dando una última mirada de reojo a la muchacha, este tomo aire y se echó el balde completo volviendo a tomar la forma de cerdito, una vez hecho esto salió corriendo de allí lo más rápido que sus pequeñas pezuñas podían permitirle.

Una hora después...

La chica despertó, se dio cuenta de que aún seguía en el baño, con algo de dificultad se levantó un tanto confusa y tambaleante

''Justo ahora, lo que vi... ¿lo he soñado?'' -tal vez...-musito, mirando todo a su al rededor, pero al no encontrar nada solo suspiro y entro nuevamente a bañarse.

Minutos después salió y se volvió a cubrir con la toalla, se sentía más relajada, pero aquello que había visto la seguía intrigando, aunque por dentro ella intentara auto convencerse de que solo era una mera ilusión del estrés y cansancio del viaje la duda le seguía rondando por la cabeza.

-ashh...Debo estar imaginando cosas- dijo y tomó su ropa, una vez ella estuviese seca y se cambió con unos shorts y una playera negra, luego se colocó unas medias blancas y salio recogiéndose el cabello con una media cola, al terminar camino hasta su cuarto y se desplomo en la cama hasta la hora de la cena

–Quizá si descanso un poco, deje de ver cosas extrañas-

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Mientras tanto...

Akane y Ranma se encontraban en el techo de la casa mirando hacia el hermoso cielo nocturno, Akane aún seguía molesta con Ranma, no le dirigía la palabra, ni siquiera le miraba, lo que hizo al peli negro -ahora convertido nuevamente en hombre- preocuparse y mucho, pero él también estaba molesto aún tenía la rabia que le había ocasionado el ver a su prometida en brazos de otro, no porque ella le gustara ¡no!, sino porque ella era SU prometida y no le gustaba que se metieran con lo que es suyo, solo por eso...o al menos eso quería pensar el joven artista marcial.

Ranma ya no podía aguantar más el maldito castigo de ''la ley del hielo'' aplicado por la joven Tendo, el también necesitaba explicaciones después de todo ¿no?, así que sin más se decidió a hablar...

-valla, Akane parece que Ryoga es muy bueno para consolarte, después de todo logro hacerte sentir bien en pocos minutos- fanfarroneo el peli negro, ganándose una fea mirada por parte de ella.

-al menos él me comprende y no me anda diciendo que soy fea a cada rato como tu...-

-¡uhg! , ya te lo dije Akane solo era una broma, además tú no eres fea, ni horrenda...ni nada de esas cosas que te digo para hacerte enojar- contesto comenzando a ruborizarse.