¿Yo linda?

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Estoy apunto de dar un paso hacia mi nuevo colegio, por Dios muchas cosas nuevas , compañeros nuevos, y aggggh  maestros nuevos espero llevarme bien con ellos y conseguir muchos amigos, no se porque la gente cree que muerdo, jajaja, bueno cambiando de tema, ¿Dónde estarán las listas de los salones?, este colegio es demasiado grande como para que las hayan puesto en el lugar mas recóndito de este lugar, cada centímetro de el es inmenso no puedo dejar de estar maravillada por sus estructuras es como un colegio de películas, me encanta porque tiene muchos arboles, parece todo un campus de universidad estoy muy entusiasmada por hacer muchos amigos, aunque soy algo tímida... -Disculpa amigo, no era mi intención -. O rayos acabo de tropezarme con un chico solo por venir en mis pensamientos debo dejar de hacerlo; mientras sigo avanzando por el corredor observo a todas las chicas con su cuerpaso haciendo que el uniforme se vea espectacular, como desearía tener yo esa figura que se cargan.

¡Por fin las eh encontrado!, como lo supuse estaban en el lugar mas recóndito de este colegio. He terminado revisar en que salón me toco que por cierto fue el número 42, y por más que intento ubicar en que sitio se encuentra no lo logro, ando toda perdida se siente horrible estar desubicada, hecho un vistazo a mi alrededor para ver si encuentro a alguien con quien pueda pedir ayuda, pero entonces distingo la figura un chico alto que tiene una mandíbula perfectamente definida, con cejas pobladas, y un cabello castaño obscuro y lo mas lindo que capta mi atención son unos ojos grandes con un color gris precioso y unas pestañas mucho mas largas y risadas que las mías, pero bueno llego el momento de pensar en alguna manera de acercarme a el, espero me sepa responder porque estoy muy nerviosa para pedir ayuda. Me armo de valor para preguntar:

- Ho-Hola -le digo

- Hola amiga - me suelta una sonrisa muy agradable.

- Este... ¿Sabes donde se encuentra el salón 42? - le pregunto tímidamente

- ¡Claro!, jajaja de hecho estoy en el mismo salón que tú, ven es por aquí - me rodea por los hombros con uno de sus brazos como si tuviéramos ya confianza de años, ¡pero lo acabo de conocer!. Pero empiezo a sentir algo muy peculiar algo que no había sentido antes con alguien ni siquiera con mi familia, me transmite una sensación cálida me gusta es agradable. Durante nuestro recorrido de caminata las chicas me miran de arriba a abajo lo cual me incomoda mucho... Sumergida en mis pensamientos repentinamente me doy cuenta que estamos frente a la puerta del salón y escucho su voz:

- Y bueno querida amiga ¿Cuál es tu nombre? - Me suelta otra sonrisa como la de hace rato.

- Amm... Clara - Noto que mis mejillas se empiezan a encender.

- ¡Wow, que bonito nombre!, mucho gusto yo soy Arthur- me extiende la mano en señal de saludo, cuando las estrechamos noto que su mano es un poco grande pero encaja perfectamente con la mía.

- Ven entremos - Aun estrechados de las manos se gira, provocando que me de la espalda y camina en dirección al interior del salón de clases, provocando que tenga que seguirle el paso.

Una vez dentro observo el panorama del aula, es un poco chica, bueno tampoco es que seamos muchos alumnos solamente somos 32 alumnos, de pronto nos estamos dirigiendo hacia los asientos de la última  fila que esta en la pared del lado izquierdo, me lleva hasta el fondo y hacemos la parada enfrente de dos asientos:

- Sentémonos aquí ¿te parece bien? - me mira como si me estuviera suplicando.

- Sss-si - las llamas en mis mejillas vuelven a hacer aparición.

- 0www Clara esta sonrojada- me toma de las mejillas de forma juguetona dándome pequeños apretones pero sin lastimarme.

                                                                                  * * *

Mi primer día de clases ah llegado a su fin, y sin querer hice un nuevo amigo, hoy muchos no me hablaron pero sera porque para ser nuestro primer día tuvimos mucho trabajo. Me pongo a guardar mis cosas y salgo del salón sin siquiera despedirme de Arthur, espero no haberme visto muy grosera, no estoy muy acostumbrada a despedirme de la gente. Me dirijo hacia la puerta de salida, pero cuando estoy atravesando el pasillo, escucho que alguien corre y alcanzo a distinguir una voz pero no logro a entender quien grita, entonces me giro en media vuelta para ver quien es, reconozco ese cabello y esos ojos color gris que me dan tanta curiosidad siempre que choco con ellos, ahora escucho un grito que proviene de el:
- ¡Clara, espera no te muevas de ahí! - se acerca a mi y ahora estamos frente a frente, pero se desplaza para quedar a mi izquierda y vuelve a hacer el mismo gesto que cuando nos conocimos hoy por la mañana, y juntos vamos hacia la puerta, todo el camino fue un silencio incómodo después de una eterna caminata de cinco minutos, llegamos a la puerta de salida entonces es cuando me suelta de los hombros y me pregunta:

- Oye Clara... ¿Te gustaría salir algún día? -. Esta pregunta hizo que en mi mente hubiera una explosión de emociones sobre todo en mi estomago pero yo creo que a de ser hambre no me alimento desde el almuerzo. Abro los ojos como plato, porque no llevamos ni un día completo de conocernos y ya me esta invitando a salir, es un poco raro que un chico me invite a salir, porque siempre suceden estas cosas con una chica delgada, preciosa, perfecta y un chico tan... apuesto como Arthur. Balbuceo como por dos segundos, intentando formular alguna respuesta.

- Sss-si, ¿Porque no?-

- ¡Perfecto!, ¿Qué te parece este sábado como a las siete? -

- ¡Si! - Mis mejillas se volvieron a encender, pero en este momento escucho un claxon, Arthur voltea su cabeza para ver quien corto el momento, pero era el coche de su padre.

- Bueno me tengo que ir, te cuidas linda .

Espera...¿Que acabo de escuchar?, ¿Yo linda?

Como es que puedo parecer linda para alguien como Arthur, es que osea esta guapísimo, porque para ser sincera Arthur no esta tan mal que digamos.

                                                                                            ***

Al llegar a casa tome una ducha caliente, quería aclarar mis pensamientos; cuando termine de usar la ducha me dirijo hacia mi cuarto, no tardo ni veinte minutos para estar perfectamente vestida, aunque ni siquiera voy a salir, pero las duchas calientes me encantan, mientras me estaba vistiendo me observe en el espejo que esta en la puerta de mi clóset y una pregunta vino a mi mente ¿Cómo es que yo siendo obesa puedo parecerle linda a alguien tan guapo como Arthur? bueno basta te preguntas estúpidas que no tienen importancia, así que mejor saco mis cosas de la escuela y las disperso por todo el escritorio que esta enseguida de mi cama para tratar de estudiar un poco, pero no puedo porque no saco de mi cabeza a Arthur, eso ojos preciosos color gris, su mandíbula perfectamente definida, mis manos que encajaron perfectamente con las suyas al estrechar nuestras manos. ¡Cielos! en que cosas estoy pensando. Después de una hora y media logro terminar con éxito todo, sin que Arthur intervenga en mis pensamientos, pero aun sigo confundida, me acomodo en mi cama y me tapo hasta la cabeza con el cobertor.

Por favor que todo esto no sea un sueño...

¿POR QUÉ AMARME A MI?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora