Señales

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Muchas veces, suele pasar que quieres alejarte de una persona por creer no merecerla. Pero, a fin de cuentas, es algo que no decidimos nosotros, pues tenemos un destino que nos une. Si ese destino está prescrito en tu historia, no hay nada más que aceptarlo. Esto sucedía con Steve Rogers y Natasha Romanoff; ambos creían no ser suficientes.

Natasha siempre creyó que Steve era demasiado bueno para ella, pero nunca se ha puesto a pensar que él es igual de humano que ella, que también se equivoca y también siente. Para ella era el hombre más perfecto que ha conocido, pero en realidad... ¿quién es perfecto?

En cambio Steve...

Siempre sintió ser poca cosa para ella. Nunca ha sentido ser el tipo que le gusta a la gran Black Widow. Él tenía otro tipo de intereses pues su manera de demostrar amor era más emocional y expresiva, y no es un secreto que Natasha era un tanto cerrada.

Ambos vivían en la misma equivocación, creyendo que su amor no era merecido ni correspondido, pero... si el destino quiere algo junto... siempre hace lo posible porque estas personas se terminen juntas.

.

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Wanda Maximoff intentaba tranquilizar a la rusa frente a sus ojos. Ésta estaba muy alterada, a tal grado de apuntarlos con una pistola a ella y a su compañero de equipo, Barnes.

—¿Cómo dieron conmigo? —cuestionó, sin dejar de apuntarles.

—Fue casualidad, Nat. Lo prometo —habló la menor, intentando no hacer un movimiento brusco que alterara a la pelirroja. No obstante, la bruja escarlata se encontraba más tranquila que el soldado del invierno.

El de cabellos largos intentó hacer que Wanda retrocediera. Él, a diferencia de ella, no le tenía mucha confianza a la espía. Tiene un pasado por el cual no puede confiar en ella.

Wanda lo miró confundida.

—No hay nada que temer. Está de nuestro lado —le dijo la castaña, intentando tranquilizar al soldado.

—¿Ah sí? —cuestionó, sarcásticamente —, esa pistola apuntando hacia nosotros me dice otra cosa.

Wanda miró a Natasha, quien no bajaba la guardia. No quería demostrarle ser una amenaza, sin embargo, su amiga no le dejaba de otra.

Con su poder escarlata, tomó la pistola y la arrojó lejos de ahí. Natasha abrió los ojos como platos y se dispuso a correr, pero Wanda logró tomarla —una vez más— con su poder.

—Natasha, no tienes por qué huir. ¡Somos tus amigos! —la tomó por los hombros y la zangoloteó, en un inútil intento de hacerla reaccionar.

—No quiero verlos.

—Ya somos dos —mencionó el soldado, con repulsión.

Wanda lo miró extrañada.

—No te muevas. No me hagas usar la brusquedad contigo —le advirtió Wanda a la espía. Natasha tan sólo la miró con reproche.

No tenía planeado obedecerla, pero la mirada de Wanda, de cierto modo, la hizo quedarse.

La menor se acercó a Barnes, quien no le daba la mirada.

—¿Tienes algún problema con Natasha?

—Tengo muchos problemas con las chicas de su tipo. Vámonos, ella no merece nuestra ayuda. Ni siquiera la acepta.

—Steve no duerme por ella y, ¿aun así quieres dejarla?

—Sí.

La castaña suspiró. Muy en su interior, se preguntaba por qué a Bucky no le agradaba la idea de ayudar a Natasha, o por qué ni siquiera le agradaba ella. Sus ganas de preguntar las tragó, puesto que Barnes aún no le tenía esa confianza suficiente. A penas había logrado sacarle una que otra cosa.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2017 ⏰

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Across the universe [Romanogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora