Capítulo uno:

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Volví a casa, no había sido una buena noche. Me acosté en mi cama y cerré lo ojos por un momento, no podía dormir había algo que me lo impedía ¿Por qué el oficial no me había apuñalado? Esa pregunta me comía la cabeza, traté de dormir y tranquilizarme, pero no pude. Agarré mi computadora y busqué al oficial Holbein en Google, salieron varias imágenes de él y su familia, y salía información sobre ella, tenía una hija llamada Astrid, era hermosa, su sonrisa, sus ojos color café, su pelo era lacio, su figura, era algo alta según se veía en la foto, era delgada, ella era simplemente hermosa.
Ahora entiendo por qué el oficial Holbein no me apuñaló, por Astrid, la voy a buscar, la quiero conocer.

Mientras tanto Astrid:

Era fin de semana, me desperté a la una del mediodía, fuí al baño, me metí en una ducha, me vestí, bajé las escaleras y me encontré a mi papá tomando una taza de café.

Hola papá -le dije dándole un beso en la mejilla

Hola hija, ¿cómo amaneciste? -dijo

Bien, gracias ¿y tu? -dije

No muy bien -dijo

¿Por? -le pregunté mientras agarraba un trozo de pan tostado y le ponía mermelada

Nada hija, cosa de policías -dijo

Dale papá nunca me dices nada sobre tu trabajo -le dije

Está bien, hay un chico llamado Andrew Dean de 17 años, es uno de los chicos más buscados por el FBI y como tú sabrás yo trabajo ahí -dijo

¿Estás en el caso de Andrew Dean? -dije sorprendida

Sí lo sé es algo arriesgado, por la noche él estaba cerca de la ciudad. Y yo lo atrapé pero prométeme que no le dirás a nadie -dijo

Lo prometo -dije nerviosa

Lo dejé ir -dijo casi sin poder hablar

¿Por qué? -dije



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⏰ Última actualización: Jan 06, 2017 ⏰

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