Killing me softly

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Después de todo lo sucedido Bum volvía a dormir en el piso de arriba, en la cama junto con su "amado". Todo volvía a la normalidad, pensó el moreno, y se asustó de su propio pensamiento al descubrirse a si mismo llamando normalidad a lo que vivía día a día al lado de Sangwoo ¿Se estaría volviendo loco? Era lo más probable pero pensarlo no iba a cambiar nada y lo sabía. Se revolvió un poco entre las sabanas, acariciando de forma inconsciente la herida, aun cubierta por las vendas que Sangwoo se encargaba de cambiar rigurosamente cada día. Era un acto reflejo cada vez que pensaba en él, no se daba cuenta de que lo hacia siquiera. Cerró por fin los ojos, dispuesto a dormir una noche más junto al rubio, su rubio.

Era ya bien pasada la media noche, llevaba ya horas durmiendo, cuando en sus mas profundos sueños una melodía lo inundo todo, era esa canción que a Sangwoo tanto le gustaba, sonaba como si alguien la estuviera haciendo sonar desde una gramola antigua que producía un sonido amortiguado.

Strumming my pain with his fingers,

Singing my life with his words,

Killing me softly with his song.

La serena voz de la cantante se acompasaba perfectamente con un sentimiento de calidez que envolvía poco a poco su piel, erizando cada pelo de su cuello, una calidez física, una que iba mucho mas allá de aquel extraño sueño en el que Yoon estaba teniendo. Poco a poco la voz se hizo cada vez más un murmullo, progresivamente, tan lentamente que si no se estaba atento uno no seria conscientemente hasta que lo único que quedara fuera silencio, y Yoon no estaba atento, no estaba atento porque al mismo tiempo que aquella voz se apagaba el agradable calor de su cuello se iba convirtiendo en un doloroso agarre que le privaba de respiración. El cese de la música supuso su despertar, un despertar casi doloroso en el que lo primero que sus ojos vieron fueron los grandes ojos de Sangwoo mirándole con aquella expresión de satisfacción.

—Sonríe para mi, Bum.—Susurró el rubio al ver los ojos oscuros de Yoon buscar los suyos para que le explicara por qué, porque eso era lo único que pasaba en aquellos momentos por la mente del moreno, ¿Por qué? ¿Que había hecho ahora para que le castigara? Dolía, podía sentir como el pulgar de Sangwoo se clavaba sobre su herida, mojando las vendas de sangre, tenia ganas de gritar pero aun así se contuvo para poder hacer lo que el rubio le pedia. Con los ojos empañados y cristalizados por las lagrimas mal contenidas, en sus labios se dibujo aquella sonrisa de adoración que siempre le dedicaba al rubio. Cerró los ojos con fuera, derramando varias lagrimas, cuando sintió como en vez de aflojar el agarre lo unico que hizo el otro fue presionar más contra su piel.

—¿Hasta estando así obedeces sin rechistar? Que obediente eres Bum—Sus labios se habían pegado al oido ajeno, la voz enronquecida de Sangwoo le causo escalofríos al mismo tiempo que le hizo llorar con mas fuerza por el dolor y la falta de aire.—Venga, puedes darme algo mejor que eso. Sabes lo que quiero ¿verdad?—Casi como si le fuera la vida en ello Yoon negó, no, no sabía lo que quiera, apenas podia pensar en nada que no fuera la forma de continuar respirando.— Venga, Bum, déjame escucharte ¿o es que ya no quieres seguir vivo? ¿ya te has cansado?— No entienda nada, ¿se había cansado ya de él? ¿por qué ahora cuando todo parecía ir tan bien? Las lagrimas brotaban a borbotones por sus mejillas como si se trataran de un ejercito que salía despavorido y con las prisas tropezaban unos con otros, amontonándose y cayendo a toda velocidad por las colinas que eran sus mejillas hasta gotear sobre la mano de su atacante, mezclándose con su propia sangre. ¿iba a morir? No, no quería morir, no aun, no después de todo lo que había pasado para seguir con vida. No supo bien de donde pero en algún lugar de su garganta nació la fuerza y en aire necesarios para gritar.

—Sangwoo, Sangwoo, Sangwoo...—Lo repetia como si fuera un mantra, gritando con la desesperación mas pura que creía haber sentido nuca, como si su verdugo fuera también lo único a lo que pudiera aferrarse, su unica via de escape... en el fondo lo era. Entre aquellas palabras de autentica desolación pudo escuchar un gruñido brotando de la garganta del dueño de aquel nombre que no podía dejar de repetir. La presión aumentó sobre su cuello haciendole gritar de forma ahogada, vista nublandose y la mano libre de Sangwoo moviéndose entre sus piernas. A partir de ahí de lo único que fue consciente fue de los jadeos que su captor susurraba contra su oido. Nada. No sintió nada hasta que noto como algo cálido y viscoso empapaba su falda. La presión sobre su cuello desapareció y su acompañante sin decir nada se volvió a tumbar a su lado, abrazándole por el estomago. Sangwoo se había corrido sobre él mientras intentaba ahogarle... como aquella noche en el sótano.

Las manos de Yoon viajaron hacia el sur mientras mente analizaba lo que acababa de pasar, recordando cada escena mientras su mano subia y bajaba por cuenta propia. La otra mano fue a su boca, evitando que los sonidos brotaran más altos de lo debido. Apenas necesito unos minutos para que su mano quedará de nuevo empapada por un orgasmo, en este caso en suyo propio. Y entonces Bum se sintió sucio, patético, no por lo que acababa de pasar, sino porque aquel liquido caliente mojando su cuerpo a través de la falda había terminado por sustituir en su mente al amor que siempre había deseado recibir de Sangwoo, convirtiéndose en todo lo que el moreno necesitaba

El agotamiento tardó poco en arrastrarle de vuelta al mundo de los sueños y con ello la música lo volvió a invadir todo. Estaba bien, si era con Sangwoo estaba bien. 

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