Despertando...

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- SEGUNDO CAPITULO -

Y ahí estaba el, con dos cafés en la mano. -¿Que hace el aquí mama? *Le pregunte con un tono muy bajo* -Pasa Daniel, mira quien acaba de despertar. *Dijo mi mama* Me miro con ojos de sorpresa. -Gracias a dios, que estas bien Valeria, te debo una disculpa, de verdad no sabes lo avergonzado que me siento contigo fui un patán, lose. -El a venido a visitarte todos los días que pasaste en coma, te ha leído e incluso se a quedado a velar por la noches. *le interrumpió mi mama* -No tenias por que hacerlo, respondí. no tienes que sentir lastima por mi. -Los dejare solos, en lo que platican. *dijo mi madre* -No... mas tarde en responder, cuando mi mama ya estaba del otro lado de la puerta. -No tienes que estar aquí, no tienes por que estar aquí. -Si tengo, siento que me necesitas tanto como yo a ti. *Se acerco a mi, me tomo de la mano,con tanta delicadeza, paso sus dedos sobre mis heridas, y derramo una lágrima, rápido volteo hacia la puerta*. -¿te dan pena mis heridas?. -No, para nada, yo también tengo, pero las mías son en el alma, *el seguía mirando la puerta de la habitación*, quiero poder estar contigo, cuando me necesites, cuando quieras lastimarte yo estaré ahí, cuando quieras vomitar, te diré no lo hagas, que así eres muy linda, así me gustas a mi.
-¿Por que ese cambio? *le pregunte* ¿por que de pronto te preocupo?, jamas me habías dirigido la palabra, en nuestra graduación de primaria, me dijiste que era fea, gorda y que no querías bailar conmigo ¿lo olvidaste? durante la secundaria me decías que era una gorda ¿acaso no lo recuerdas? *le pregunte con lágrimas en los ojos* .
-Se que fui tan grosero contigo, pero entiende era un niño malcriado, un tonto, no sabia lo que hacia, ahora quiero arreglar lo que hice, por que aun que no lo creas siempre te he tenido presente en mis pensamientos y los daños que te cause y quiero remediarlo por favor déjame estar contigo.
-¿Como puedo dejar entrar a alguien a mi vida, cuando destruyo mi infancia? ¿como?, jamas he olvidado todas las ofensas, me empecé a obsesionar con mi peso, empecé a vomitar, todos los días lloraba, y ahora lo que tengo es una enfermedad la cual quiero detener pero una parte de mi dice, no lo hagas eres una gorda, una manteca con patas, necesitas ser delgada, pero en realidad no del todo es tu culpa, yo decidí tomar ese camino, mi mama jamas estuvo ahí cuando la necesitaba. -¿Pero por que dijiste que no sabias mi nombre aquella vez en la enfermería? *le pregunte*.
-Me daba vergüenza contigo, pensé que ya habías olvidado todo lo que te había hecho, Y el día que te hice la grosería en la cafetería, perdóname estaba enojado, y frustrado de no saber como acercarme a ti, soy un idiota ¿Me darías una oportunidad? ¿podemos empezar de nuevo?, ¿que dices?.
-No se, me da miedo, ¿y si después te retractas?, ¿y olvidas esto?.
-Jamas lo olvidare, es una promesa. *se acerco a mi y tomo de nuevo mis manos* De hoy en adelante estaré para cuando me necesites. *Nos miramos y me dio un beso en la frente*
No podía creer lo que estaba pasando, Daniel el chico mas popular, el chico que daño mi infancia estaba conmigo en mi habitación de hospital, pidiéndome disculpas, todo esto era tan extraño, acababa de despertar de un profundo sueño...
-Pero tienes que descansar Valeria, es mejor que me vaya para que duermas un poco.
-¿Dormir mas?, he dormido 2 meses ¿te parece poco?. *le dije*. En realidad no quería que se fuera, el simple hecho de verlo a lado mio me hacia sentir tan bien.
-Esta bien me quedare contigo, hasta que tu quieras. Me dijo. Entro mi Mama a la habitación sigilosamente. -¿Estas mejor amor? *Me pregunto*, ¿necesitas algo mas?.
-Estoy mejor Mama, creo...
-Compermiso... *abrieron la puerta de la habitación*
- Hola Valeria, mucho gusto yo soy tu doctor, necesito hacer chequeos, y necesito que descanses.
-¿Necesita que la dejemos sola doctor? *Pregunto mi madre*. -Si es necesario que descanse, y necesito hacerle un chequeo general, les daré tiempo para que se despidan.
-No quiero quedarme sola Mama, tengo miedo.
-Todo estará mejor mi pequeña, yo estaré en la sala de espera, por cualquier cosa.
-Yo igual, *Dijo daniel*Se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla, todo estará mejor aquí estaremos por cualquier cosa, ¿esta bien?, tu descansa Vale.
*Salieron de la habitación*.
Me sentía tan bien, aun que con miedo, pero el simple hecho que Daniel estuviera ahí, me hacia sentir viva, después de mucho tiempo. Recuerdo que esa noche fue una de las mas largas que he pasado, no podía dormir y estaba muy inquieta ya no quería estar en esa cama, quería regresar a casa, no tenia noción del tiempo , hasta que después de tantos pensamientos me quede dormida. Pase una semana mas en el hospital, el doctor le dijo a mi mama que tenia severos trastornos alimenticios y que necesitaba asistir a un grupo de ayuda, yo me negué, tal vez por pena, a que otras personas supieran mis problemas , el día que me dieron de alta ahí estaba Daniel, me llevo a mi casa, durante el camino me hablo sobre muchas cosas, su familia sus amigos etc, y al fin llegamos a casa, me ayudo a bajar del auto y mi mama le dio las gracias por todo. -No tiene que agradecer señora, lo hago de corazón. Entramos a la casa y me senté en el sillón, el se sentó a mi lado, y mi mama se quedo enfrente de los dos, nos miro con una cara de preocupación. -¿Que pasa mama?, *le pregunte* Comenzó a llorar y me angustie tanto.
-¿Que te pasa mama? Le volví a preguntar. -Hija en mi trabajo ya me necesitan, me han descontado tanto dinero que tengo mas deudas de lo que te puedes imaginar, perdóname bebe, nunca puedo estar cuando mas me necesitas, pero si no trabajo, no podre pagarte la universidad, ni la renta de la casa. -¡Mama!, no te preocupes por mi yo estaré bien, me siento mejor.
-Como puedo creer eso hija, si hace 2 meses intentaste suicidarte, no puedo dejarte sola.
-No estará sola señora, aquí estaré yo pendiente de ella *la interrumpió daniel*, lo prometo señora, nada le faltara.
-Hijo ya has echo mucho, no tienes que.. -Si yo quiero estar a lado de Valeria apoyarla, no dejarla sola, *la interrumpió Daniel*. Yo no podía decir ni una palabra, estaba sorprendida , y cuando daniel hablaba mi corazón latía mas fuerte.
-Confió en ti Daniel, dijo mi mama, Yo hablare diario para saber como estas, y seguiré enviando dinero, ¿ok? cualquier cosa te dejo mi numero de celular y el de mi trabajo, también te dejo el numero donde me hospedo. -Claro señora, igual yo le dejo mis números y bueno cualquier cosa que necesite aquí estaré.
-Me tengo que ir amor. *dijo mi madre*. Nos dimos un gran abrazo y me dio un beso, Dios te bendiga mi princesa, te amo y perdóname por no ser la mejor madre.
-Mama, discúlpame tu a mi, creo que estaré mejor, por favor llámame cuando llegues.
-Lo haré pequeña, me respondió.
Nos terminamos de despedir y Daniel la acompaño a la puerta, tardo 10 minutos y volvió a entrar,- ¿como te sientes Valeria?, *dijo daniel*, -Mucho mejor gracias, no puedo creer que hayas estado todo este tiempo conmigo.
–Acostúmbrate , de ahora en a delante no te dejare sola, acabo de ordenar comida, encargue consome y jugo para comer ¿esta bien?.-ok, le respondí.
Pasaron aproximadamente 20 minutos y llego la comida, nos sentamos a la mesa y me sirvió. - tienes que comer todo, ¿ok?. -No tengo mucho apetito, le respondí. -Pero no has comido bien, tienes que hacerlo, por favor.
No sabia como decirle que no, tenia miedo a que me viera comer.
-¿por que no quieres Valeria?, el doctor dijo que tenias que comer a tus horas, por favor haz lo por mi. -Tome la cuchara y probé el consome, tenia mucho que no probaba un consome tan rico. *me sonrío* y el también empezó a comer, recuerdo que termine mas rápido de comer que el, y me avergoncé  tanto, pero tenia tanta hambre, me pare de la mesa, y corrí al baño. - ¿A donde vas Valeria?, *grito Daniel*. Me siguió y cerré la puerta del baño. -Ábreme, por favor Valeria. -Vete Daniel, no quiero que me veas así. -No me iré, y no me cansare de decirte que quiero estar contigo y ayudarte, por favor Valeria abre la puerta. -No quiero, le respondí. Abrí el grifo del baño, y el agua empezó a caer, y empecé a meter mis dedos a mi boca, en verdad quería hacerlo, me puse de rodillas a lado del escusado, iba a vomitar cuando de pronto Daniel abrió la puerta con una patada, mis lágrimas empezaron a caer. - No lo hagas!. *Grito Daniel*, tu vales mas que esto, no te hagas mas daño.
*Se arrodillo a lado mio y me abrazo tan fuerte que me tranquilizo. -No quiero ser gorda, no quiero este cuerpo, odio este cuerpo. -Eres perfecta, eres hermosa como estas, y no estas gorda mi niña. *Susurro en mi oído* Tomo mi cabeza entre sus grandes manos, acerco su boca a la mía lentamente, sentía como mi corazón latía cada vez mas fuerte, ¿de verdad me iba a besar?, Yo jamas había besado a nadie antes, no sabia que hacer, el tiempo se paralizo, cerré mis ojos y la ultima lágrima recorrió mi mejilla...

ValeriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora