Sad Hearth

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Elle tomó su diario.
Ella leía una a una sus poesías.
Se detuvo en la número 106.
Ciento seis.
Como los días en los que no había visto a su padre.
El mismo que la abrazaba.
La consolaba.
Y la complementaba.

Una a una.
Las lágrimas empaparon el papel.
Aún así.
Elle leía.
Aunque su alma a gritos le rogaba.
《Elle para, te hace daño》

Tomó la cuchilla.
La colocó sobre su muñeca.
Uno a uno los cortes.
Brotaba sangre.
Brotaba dolor.

Se levantó a la cómoda.
Abrió un cajón.
Tomó cigarros y alcohol.
Y detuvo todo un segundo.
Cayendo en los vicios.
Sin saber si saldría de aquel vacío.

Uno a uno los cigarros.
Uno a uno los cortes.
Una a una las copas.

Elle quería morir.

Pero no lo hacía de una vez.
Le gustaba verse sufrir.
Simplemente alargando su desdicha.
Viviendo con un corazón triste.
Entristeciendo el corazón de los demás.


Tomó su diario otra vez.
Leyó otra vez la poesía.
Ésta vez gritó.
Fue como si quisiese dejarse ir.
Pero de a poco.
En cada suspiro.

《 Nunca pasará.
Porque todo acabó.
Mi mundo se derrumbó.
La solución nunca jamás llegó.
Y todo se acabó.
Porque mi ilusión de cambiar el mundo, acabó cuando supe, que nisiquiera podía cambiar mi mundo.
¿Acaso la tormenta acabaría?
¿El arco iris llegaría algún día?
Pues mi sol jamás saldría.
Y en mis pensamientos y dolor me refugiaría.
Perdida entre el dolor y la melancolía.
Y miles de recuerdos que conmigo acabarían.
Y solo una sonrisa, un simple recuerdo.
Un recuerdo feliz entre miles.
Un único recuerdo.
Y miles de recuerdos tristes y nostálgicos
Y no me queda nada más que reconducirlos al abismo de mi mente.
Miles de recuerdos desparramados como el papel.
Miles de recuerdos desparramados como las hojas de otoño.
Recuerdos y dolor.
Dolor y recuerdos.
Esparcidos por mi ser.
Miserable.
Patético.
Con solo dos opciones.
Díficiles opciones.
Sufrir o dejarse ir.
Sufrir como se sufre en las guerras.
Dejarse ir como se marchita una flor.
Dejar ir mi belleza.
Mi espíritu.
Y mi grandeza.
Y conseguir libertad.
Ser como un ave en vuelo.
Que alegre saluda al cielo.
Aquí dejo mi último parpadeo.
Mi última lágrima.
Mi último sueño.
Mi último dolor.
Mi último recuerdo.
Y me voy.
Dejando todo atrás.
Y pensar que con un impulso un escribe.
Y plasma todo en un papel.
O en un lienzo y con pincel.
Retratada en miles de colores.
Y acabada en el profundo tono de la oscuridad.

Elle.

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¡Hola!
Espero que les haya gustado esta parte...
Por cierto, resalto que la poesía que Elle leyó fue creada por mí. No fue robada ni sacada de internet.

Gracias por leer, si les gusta, no duden en votar y comentar.❤

Gracias por todo.

Ann💕


El adiós de la escritora #FantaAwards2017 #CarrotAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora