Shawn Mendes y Zamanta Wonderwall se conocen cuando se vuelven vecinos, son pequeños e inocentes, rápidamente forman una amistad muy unida
por cosas del destino son separados hasta la secundaria, pero cuando se encuentran de nuevo son tan diferen...
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La pequeña Zam de 5 años observaba la mudanza que estaba en proceso en la casa de al lado sin ser capaz todavía de entender lo que sucedía. solo sabía que los grandes camiones que llegaban uno detrás del otro le llamaban la atención.
-zam tesoro, deja de espiar a los nuevos vecinos y vena ayudarme aqui abajo por favor.- dijo su madre entrando a su pequeña habitación con un delantal de cocina puesto
-si mami, vamos a cocinar algo?
-si tesoro pero no para nosotros. dijo su madre mientras observaba a la pequeña frunciendo los labios ante su respuesta.
-por qué no? pero para quien cocinaremos entonces? pregunto confundida ante la idea de cocinar para alguien más, algo que a su madre le causó mucha gracia.
-es para los vecinos de al lado cariño, acaban de mudarse al vecindario y crei que seria una buena idea darles la bienvenida no te parece?.
zam seguía un poco confundida ante la idea pero se alegró de poder pasar un poco de tiempo con su madre ahora que ella tenía tiempo de estar en casa.
-si mami!. dijo zam llena de emoción
cuando zam y su madre terminaron de hornear una tarta de manzana escucharon como los camiones de mudanza se retiraron del lugar, lo cual significaba que era el momento perfecto para ir a entregar el obsequio.
zam estaba ansiosa por conocer a los nuevos vecinos, pues había vivido toda su vida en ese vecindario y nadie nunca se había mudado en esa casa. no era una casa común sino más bien una mansión, lo cual su madre sospechaba era el motivo por el cual nadie nunca se había mudado allí.
su madre se arreglo un poco y le dijo a zam que se peinara para ir a la casa de sus vecinos. ella agarró un prendedor de mariposa azul y se lo puso por su larga cabellera castaña para tratar de evitar que le cubriera los ojos.
-zam vamonos!
zam corrió hasta su madre quien la esperaba en la puerta y sujeto fuertemente la mano izquierda de su madre mientras caminaban por la vereda hasta la casa de al lado.
al instante la pequeña zam quedo asombrada por la magnitud del patio delantero de la mansión, pues nunca había llegado a ver la mansión con la cerca abierta. mientras caminaba con su madre hasta el portón lo único que podía hacer era observar embobada la magnitud de los pilares de cemento que sostenían la parte delantera de la casa. el camino hasta la puerta delantera estaba dividido en dos caminos para autos que formaban un gran círculo de perfecto césped en el centro con una estatuilla en el medio de él con flores adornando su base.
la madre de zam, quien ya podía entender más cosas que su pequeña hija tampoco pudo disimular su sorpresa al ver la mansion frente a sus ojos, pues su familia nunca le habia prestado atencion a esta casa ya que nadie había vivido en ella hasta ahora, de hecho ni siquiera conocían a los dueños.
cuando finalmente llegaron a la puerta la madre de zam golpeó tres veces el círculo de metal pegado a la puerta con la cara de un pequeño león sujetándolo por la boca.
-zam tesoro recuerda ser educada y amable si? queremos llevarnos bien con ellos. dijo su madre a la pequeña sabiendo que no siempre se detenía a decir lo primero que le venía a la mente
-por supuesto mami, no te preocupes sere muy educada.- dijo la pequeña sonriente
unos segundos después de que zam dijo eso la gran puerta se abrió, revelando a una señora alta y flaca con cabello rubio en un perfecto recogido y ojos azules vestida de una manera muy inusual para zam, un chaleco de vestir de seda negro con adornos brillantes en el cello y una falda negra entallada con plumas en el borde.
-hola! soy zam! usted se viste gracioso!- dijo al instante la pequeña antes de que su madre pueda detenerla.
-oh zam!- dijo su madre de inmediato mientras observando a la elegante señora parada frente a ellas sonriendo a la pequeña
-lo siento tanto zam y yo estamos trabajando en sus modales- mencionó mientras tendió una mano para saludar a la nueva vecina
-un gusto en conocerla, me llamo Carol Wonderwall y la pequeña con falta de modales de aquí se llama Zam, vivimos en la casa de aquí al lado y pensamos en darles la bienvenida con una tarta de manzana- la madre de zam presentó a ambas sonriendo amable y zam miró hacia arriba a la mujer avergonzada
- Oh no se preocupe! Un placer en conocerlas y muchas gracias por la tarta, me llamo Alice Mendes. Un gusto zam- dijo la mujer agachándose a la altura de zam -sabes tengo un hijo de tu misma edad y estoy seguro de que estaría encantado en conocerte-
Zam solo sonrio y asintio ante la idea de un nuevo amigo
-vengan, por favor pasen, llamare a mi pequeño y estaré de vuelta- dijo retirándose mientras sonreía amablemente a las dos invitadas.
