Cierto día, al igual que todos, estaba aburrido revisando el celular, viendo ciertas noticias o memes que es lo que más suben ahora en las redes sociales llegué a cierto grado de aburrirme mucho que quise molestar un poco a unos amigos por WhatsApp en una difusión, pero no me fijé en que había seleccionado a una chica que no conocía y que me habían pasado su número, el cual lo tenía agregado.
En ese rato me puse un poco nervioso ya que a esa chica la había visto anteriormente en el colegio y me parecía muy linda además, me gustaba un poco.
Revisé el celular nuevamente y ví que aquella chica me había respondido amablemente con un "Hola" , no sabía cómo responderle para lograr tener una buena conversación, después de pensarlo mucho decidí que iba a responderle con un "¿Cómo estás?", Lo cual ya aburre hoy en día.
Creí que después de ese mensaje me dejaría de responder, pero para mi sorpresa siguió respondiendo por un largo rato, le pedí que pasara un receso conmigo y para mi buena suerte aceptó.
Al llegar el siguiente día estaba muy nervioso, hasta que tocó el timbre para salir a receso entonces, fui a verla a su curso que estaba a lado del mío, seguía nervioso en los primeros momentos que comencé a hablar con ella, optamos por quedarnos sentados en las escaleras. El tiempo pasó muy rápido en aquella ocasión.
Seguimos hablando por WhatsApp y unas que otras veces saliendo el algunos recesos. Sin darme cuenta otro año lectivo pasó.
Todas las vacaciones quedaron muy cortas por dificultades, pero seguimos en contacto. Se acabaron las vacaciones y regresamos al colegio de nuevo, con nuevos amigos, nuevos maestros, nuevos retos. La primera semana no la vi porque nuestros cursos esta vez estaban muy distantes, pasando los días la volví a ver y empezamos a hablar como lo solíamos hacer.
Luego de cierto tiempo nuestros cursos otra vez estuvieron cerca y la veía con más frecuencia.
Después de unos meses, ya conociéndonos más, me di cuenta que esa chica me gustaba mucho y tomé la decisión de pedirle que sea mi novia, la verdad es que me sentía muy nervioso pero ella aceptó con gusto.
En esa ocasión quizás me sentí el hombre más afortunado del mundo porque tuve la oportunidad de tener a mi lado a la chica que desde un principio me gustó.
No se podría decir que como en un cuento de hadas "vivieron juntos para siempre", pero los dos llevan una muy buena relación.