A mi merced - Capítulo 18

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Casa de Samuel | Martes en la noche | 9:21 pm

-Solo necesita beberlo, una vez hecho eso todo seguirá su curso, tengo que advertirte para alguien de su edad el efecto durará cerca de 8 horas con menos de media botella, te recomiendo que no le des toda o si no podría salir algo mal y yo no me hago responsable, además si no lo usas con precaución puede dañar su salud... y su cuerpo-hablaba el hombre que acababa de llegar a la casa de Samuel.

-Entendido, no hace falta tanta explicación, un guardia te acompañará a la puerta, adiós-dijo Samuel aceptando el pequeño frasco el cual contenía un sospechoso líquido carmín y caminando hasta su habitacion

Samuel caminó hasta la habitación donde estaba Willy y dejó el frasco en una pequeña mesa que ahí mismo había, se acercó al placard (1) y abrió un cajón en la parte inferior del mueble.

-Creí que nunca volvería a usar estás cosas, realmente le agradezco a esa mujer por regalarmelas, al final no sé que fue de ella... pero espero no volvermela a encontrar, desde ese día ya no quiero experimentar nada nuevo-dijo Samuel sacando una caja de madera, la colocó igualmente en la mesa y comenzó a sacar todo lo que le sería necesario.

Samuel se acercó hasta la cama donde aun dormía Guillermo y le empezó a quitar todas sus prendas excepto la ropa interior, finalmente le puso unas esposas en las muñecas por la espalda, fue por el frasco, sujetó al menor por las mejillas haciendo que este abriera la boca y vertió un poco menos de la mitad del frasco haciendo que el menor se lo tragara (y casi se ahogara).

-Solo espero verte suplicar, así entenderás quien es el amo aquí

Casa de Samuel | Martes en la noche | 10:16 pm

"¿Qué pasa?" pensó Guillermo "Ah... ¿Qué es... esto?... ¿por qué... siento mucho calor... por todo el cuerpo?"

El menor poco a poco fue abriendo los ojos, seguía sin moverse, apenas estaba intentando recordar todo lo que había sucedido y en que situación se encontraba, cuando recordó como llegó ahí intentó levantarse de la cama pero se percató de tres cosas cosas, la primera es que sus manos estaban esposadas, la segunda es que no tenía ropa mas que sus boxers y la tercera era que su cuerpo se sentía extraño.

-Por lo visto, ya despertaste-dijo una voz pero Guillermo tardó un poco en reconocerla

-¿Que me hiciste?... imbécil...-dijo Guillermo con dificultad pues lo que sea que le haya dado Samuel realmente le estaba afectando.

-Nada, solo... que ahora corre por tu cuerpo un ligero afrodisiaco químico, tranquilo, no es peligroso-dijo Samuel acercandose a la cama donde se encontraba Guillermo y colocarse a un lado con una fusta en la mano

-¡¿Que?!, eres un hijo de p... Ah...-Guillermo no pudo terminar de insultar a Samuel pues este colocó una mano en su estomago, sobre su piel muy sensible, solo un roce bastó para hacerle jadear.

Samuel son dos de sus dedos fue trazando una linea que recorría todo el pecho de Guillermo hasta llegar a su cara y colocar ambos dedos sobre los labios del menor quien solo se retorcía por el contacto.

-Shh, solo debes hablar cuando yo te lo diga ¿o quieres que te castigue?

-Aléjate de... Ah...-Antes de que terminara de hablar Samuel le dio un golpe con la fusta en su pierna, haciendole sentir una sensación de ardor, dolor y en menor medida de placer.

-Nunca te dije que podías hablar, supongo que tendrás que aprender por las malas pero mientras mejor te portes en el transcurso de la noche, mejor te trataré

Prisionero de la esclavitud | Wigetta y Staxxby | (+17) [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora