¿Cuanto tiempo ha sido desde la última vez que alguien llegó hasta este punto? - Pregunté dejando escapar un largo suspiro mientras observa a mí no tan deseada visita que solo miraba perpleja la situación -
Nunca he podido entender a los humanos, siempre buscan asesinar para satisfacer su sed de riqueza, reconocimiento o por alguna otra tonta razón.
- Diría mientras miraba a los ojos a la ya nerviosa humana que escuchaba sin decir una sola palabra -
Realmente ustedes son tan idiotas estos humanos, ellos casi extinguieron una planta medicinal que era capaz de curar cualquier enfermedad y ahora un par de ellas solo existen y crecen en lo más profundo de mi hogar, dónde están a salvó de estás criaturas tan destructivas.
Han matado tantos dragones que en el pasado eran venerados por ellos y en cambio esos hermanos mios los protegían, solo los dragones oscuros eran los que se atrevían a dañar a los humanos, porque cualquier otra raza de dragón se mantenía neutral a no ser que el conflicto le afectará, pero no, para ellos todos somos culpables.
Otros monstruos pacíficos fueron erradicados indiscriminadamente tan solo para conseguir materiales especiales, la mayoría de las razas no se meten con los humanos, y si los atacan es porque se defiende de la agresión que ellos reciben de parte de los humanos.
- Volví a dejar escapar suspiro de cansancio mientras la humana balanceaba su espada contra mía y yo respondía mandandola a volar con un golpe de mi cola sacándole solo el aire, después de esa pequeña interrupción continúe hablando. -
Algunas veces salgo de mi guarida para visitar a los humanos y me entero de cosas bastante interesantes y de otras tantas desagradables, la última vez que fui con los humanos me enteré de la guerra contra el rey demonio llamado Varum, yo le conocía, él me nombró Dragón de la sabiduría, por la experiencia que he acomulado a lo largo de mi vida, parecer ser que siguió mi consejo de hacerse fuerte y para liberar a su raza de la cacería injusta a la que se le ha sometido, eso fue aproximadamente hace 30 años y la batalla allá afuera aún continua más sin embargo yo no me uno a ninguno de los bandos.
- La humana estafa fuera de si al parecer no había medido bien la fuerza del golpe y ahora estaba vomitando... Sobre mis flores brillo de esperanza por lo que la tomé y en mis garras para alejarla de ahí y dejarla sobre unas piedras. -
Sabes humana, yo soy un dragón que jamás ha salido de este lugar para asesinar humanos y aún siempre llegan humanos en grupo para asesinarme, siempre me llaman "Dragón tenebroso", aún cuando ya deberían saber que mi verdadero nombre es Almhud.
Yo no los daño, pero siempre rechazo su ataque de los humanos y los dejo marcharse con vida, ellos en lugar de agradecerme por ser piadoso le agradecen a su diosa de Megisma, ella se enojaría mucho si vieran como me tratan pero lamentablemente ella entro en un sueño profundo hace mil años después de la última guerra celestial.
Sabes humana, yo debería ser respetado por ustedes pues en términos de raza, soy lo que llamarían un dragón celestial, ¿Acaso no lo ven?, Tengo escamas de oro y plata que adornan mi cuerpo, ojos zafiro son los que poseo, no soy alguien que a quien deban temer.
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Punto de vista de la heroína.
V
Cuando logré
