Ya han paso un par de años desde que aquello sucedió, desde que él decidió que seria lo mejor apartarla de mi lado, de mi vida. Aún la extraño mucho y en ocasiones me despierto pensando en ella, su fina cara y su obscuro pelo, su suave piel, sus rojos labios y sus ojos, sus intensos ojos, sus profundos ojos. Pienso que tal vez fue una decisión injusta, pero, ¿Quién soy yo para cuestionar sus actos? En ocasiones un coraje absoluto me invade y grito a los vientos exigiendo una explicación, exijo saber porque a ella y no a mí, porque ahora, porque así, pero eso ya no importa, pues ¡lo hecho, hecho esta! Tal vez sea mejor verlo así.
No puedo seguir con esto, no quiero continuar así, sin ella, sin su mirada y sus carisias, su optimismo, y su pasión. Desearía tener las agallas para arrancarme la vida y alejarme de este mundo tirano e injusto. Daria lo que fuese por estar junto a ella y aunque sé que morir es la única forma, el suicidio no es la respuesta, pues perdería cualquier derecho de estar con ella, de nuevos juntos, de nuevo a su lado, por siempre a su lado.
Y aún que sé que fue él quien tomo la decisión y de mi lado se la llevo, fue ella quien me lo presento, fue por ella que lo conocí y en él creí.
Tal vez de no haberla conocido, de haber llegado un segundo después o un segundo antes, si no hubiera decidido ir o de haber estado en otro lugar y dada cualquiera de estas alternativas no la hubiese conocido pensaría que un suceso como aquel podría haber ocurrido por el destino o el cosmos, quizás mala suerte o cualquier otra fuerza popular de creencia actual, pero hoy sé que solo fue por él y ninguna de las anteriores tuvo algo que ver o incluso que tan siquiera existan. Por ella entendí eso.
Quizás a algunos les resulta irónico pensar que una persona podría cambiar de tal manera, tan radicalmente, de corregir su camino y planearse un futuro mejor, pero ella era diferente, única, ella creyó en mi y en lo que erra, en lo que soy, no se como, no se porque pero logro ver dentro de mí mi verdadero yo, no el yo que presumía ser, que creía ser.
YOU ARE READING
A un par de años
RomanceDonde choca la fe con el escepticismo. Tal polos opuestos que siempre terminan atrayendo al otro. Dos vidas tan distintas pero destinadas a encontrarse.