1 día antes, caminaba apresurada entre brujos/as, magos/as... Mire mi lista. Tienda de varitas Ollivanders. La localice y entre. Un muchacho de pelo castaño y ojos tristes reposaba entre dos estanterías llenas de varitas. Sus ojos castaños se cruzaron con los míos. Me miró fijamente sin decir palabra. Un hombre de edad avanzada apareció tras unas estanterías.
Sr. Ollivanders: ¡una Longbotton! _dijo_
Yo: señor.
Sr. Ollivanders: tu padre vino aquí cuando tenía tu edad. Yo tenía 10 años. Mi padre, bueno, el le entregó su varita. Veamos.
Se paseó por aquellas hileras de estanterías llenas de varitas desordenadas y llenas de polvo. Cogio una caja de entre todas aquellas. Me la acerco.
Sr. Ollivanders: madera de Sakura, núcleo de fibra de corazón de dragón. 35cm. Algo flexible _dijo examinando la varita_
Me la entregó. La cogi y la mantuve en contacto entre mis manos. De repente, la varita desprendió una luz tenue y luego se apago.
Sr. Ollivanders: esta es la tuya, sin ninguna duda _dijo con una media sonrisa_
Me puse nerviosa, el corazón me empezó a latir fuertemente lleno de ilusión. Le di las gracias con una gran sonrisa. Me fijé en el muchacho, que seguía mirándome desde el mismo sitio. Le dedique una sonrisa de complicidad y me fui. Otra vez en la calle, me repase la lista que hice con todas las cosas necesarias para mi primer año en Hogwarts.
La mascota. Era el momento de buscar a mi compañero peludo. O plumado.
Entre en la tienda que había en el callejón Diagon. Lechuzas, ratas, búhos, ranas, gatos... una cantidad de animales convivían en aquella sala. Una mujer de pelos revueltos y grandes gafas se acercó a mí con tono agradable.
Mujer: ¿puedo ayudarla, joven?
Yo: si, por favor
Mujer: acompáñeme _dijo con una sonrisa_
Me enseñó todas las razas de animales. Había todo tipo de especies fantásticas. Lechuzas blancas de ojos azules, grises de ojos castaños, negras de ojos verdes. Ranas y sapos de muchos colores (algunas venenosas). Ratas y ratoncillos. Huecos de dragón. Arañas. Dos aves Fénix...
Pero, he de decir, que me llamó la atención una pequeña gata gris, era una cría con grandes ojos amarillos, que, instantáneamente me recordaron a dos lunas llenas, si, de esas en las que los hombres lobos se ponen tan agresivos. La mujer noto mi curiosidad por aquella criatura.
Mujer: ¿te gustaría llevártela? _me dijo dulcemente_
Yo: me encantaría _dije con gran ilusión_
La cogi, y decidí llamarla Selene.
*Selene: Personificación de la Luna. El nombre deriva de "selas","destello", "luz".
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La hija de Neville Longbottom
FantasyMe llamo María, pero mi nombre personalizado es Merieh, podéis llamarme Meri... Meri Longbotton. Si, soy la hija de Neville Longbotton, actualmente profesor de arbologia en Hogwarts. Y esta es mi historia.