Adios David

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¿Alguien sabe lo que es pasar un tiempo sin ese alguien?

¿No?

Pues yo si. Hace exactamente treinta y ocho dias que no toco a David, que no lo veo solo a través de una pantalla, que no escucho su voz en mi oído sin un aparato electrónico. Y todo eso es demasiado para mi. Claro que el tiene su vida, pero de vez en cuando lo necesito.

Necesito sus abrazos. Necesito que me haga rabiar y luego acabemos riendo a carcajadas por lo tontos que somos. Necesito que me escuche y me ayude. Necesito que grabemos algún video y que llore de la risa al editarlo. Necesito sus besos, en la mejilla y en los labios. Necesito sentirlo cerca de mi y notar que me protege. Necesito reírme de sus tonterías y de sus bromas. Lo necesito. Si, lo necesito, necesito todo de él.

Cierro los ojos. Hay días que me superan, y este es uno de ellos. Mis ojos lentamente inundados por lágrimas, miran fijamente a la pantalla. No se que pasa en este momento por mi mente, si ese video que me enviaron por instagram, las críticas, los haters, que David no conteste mis mensajes o lo malditamente sensible y bipolar que estoy en estos días.

Noto unos suaves golpes en la puerta, me seco las lágrimas con rapidez y abro la puerta.

-Zeus voy a ir al cine con unos amigos. ¿Quieres venir con nosotros?- Dice mi hermano. Esbozo una sonrisa y le respondo

-No gracias- El igual sonríe y se retira

Suspiro. Apago la pantalla del computador y me voy a mi habitación para descansar y esperar que se me olvide lo que vi en ese estúpido video.

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