El calor de la habitación nos consumía a ambos, las calderas funcionaban todo el día por lo que el calor allí no cesaba un segundo. Todo en mi sudaba, incluidas partes de mi cuerpo que desconocía
—— ¡Maldita puerta! —— Amber intentó toparla por décimo quinta vez —— ¡Haz algo don mecreomuchoporsercapitandelequipo ! —— soltó la última parte sin aire
—— Oye, te molestaría si... Si yo.. si me quito —— dejo las palabras al aire para que entienda que lo que quiero quitarme es la ropa
—— Si te quitas qué —— enarca una ceja y me mira de forma desafiante, señalo mi cuerpo —— Oh no, no no y mil veces no ¿Quieres que la psicópata de tu novia use este cuerpecito de maniquí viviente vudú? Olvídalo tío, y has algo con esta maldita puerta
—— ¿Que quieres que haga? No hay picaporte genio. Además mira tu cuerpecito debilucho, no tiraras abajo la puerta por nada del mundo
Suelta un grito ahogado, y se quita el pañuelo que traía enroscado al cuello.
—— Intentaré llamar a alguien
—— No hay señal aquí —— Como si no se me hubiese ocurrido antes...
—— ¿Que sabes tú?
—— Ya lo intenté
Suelta un gruñido y se empuja de espaldas a la puerta como si con un simple golpe de su trasero pudiera abrirse.
Para mi sorpresa, y la suya automáticamente la puerta se abre de golpe haciendo que la chica caiga de espaldas hacia atrás y no precisamente al suelo si no, encima de Julieta.
Me pongo de pie en seguida, alerta. La chica empuja a Amber a un lado gruñendo que se queda recostada un instante sobándose la cabeza y acomodando las ideas ¿Por que las chicas que me rodean gruñen como animales?—— Hazte a un lado campirana mal vestida —— Julieta se alisa la ropa y Amber se tira encima suyo nuevamente
—— Oh, Ken ¡Te adoro! ¡Me has salvado!
—— ¡Que te salgas! ——vuelve a empujarla y mi compañera de cuarto se pone de pie y sale corriendo. Le tiendo la mano a la castaña que ha quedado en el piso, y la ayudo a ponerse de pie
—— ¡No tengo nada que ver! —— levanto las manos y me pongo a la defensiva antes de que ataque, su fino pie repiquetea en el piso pulido mientras se hace un lado para dejarme pasar
—— Seguro ha sido ella la que te ha encerrado aquí, ¿Cierto? —— asiento de forma automática y me detengo bajo un reflector—— ¡Mi Dios! ¿Que le pasó a tu ojo?
—— Yo me... eh.. me golpeé con mi casillero. Si, eso... —— retomo la marcha y siento sus pasos detrás mío
—— Mataré a esa campirana —— me detengo en seco y giro sobre mis talones para estamparle un beso en la boca.
—— Amber no tiene nada que ver en esto... Ahora andando la clase de inglés te espera
***
Regreso a la habitación y por supuesto que abro la puerta sin tocar al fin y al cabo esa era mi habitación.
El olor a cítricos inunda mis sentidos y el orden del lugar me deja pasmado, me freno en seco cuando Amber sale de la habitación envuelta en una toalla
—— ¡Toca la puerta antes de entrar! —— tira del pedazo de tela intentando cubrir más su cuerpo
—— ¡Esta es mi habitación! O al menos lo era esta mañana, ahora parece un puto albergue de niña
—— Cuida tu vocabulario
—— Haz y di lo que quieras. No vas a cambiarme, nada va a cambiar —— me acerco a ella y tiro de su codo pegándola a mi cuerpo. Me sorprendo observándola más de lo debido mientras ella me mira de forma desafiante —— Marcus Powell no cambia. Ya no más, no si soy el de antes... El puto punto es, que te acostumbras o te largas
Bajo la vista a su labio inferior que no para de temblar mientras ella observa mi boca, mis ojos se pierden por la curvatura de su cuello, su clavícula y el cabello que le cae mojado en su piel, entonces lo noté, noté eso dentro mío que hacía rato no picaba..
Me gustaba Amber Edwon
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Habitación 503 - COMPLETA(#1 Original)
Teen Fiction¿Cuanto un incidente puede cambiarte la vida? ¿Cuan grande puede ser tu suerte o tus secretos? ¿Dispuesto a descubrirlo? Primera parte de Habitación 503