Un vuelo

—Buenas noches, damas y caballeros. Bienvenidos a aerolíneas Soramaru, se les pide de la manera mas atenta que por favor abrochen sus cinturones, el vuelo con destino a Tokyo esta a punto de despegar— cómo me dan náuseas oír los altavoces —la salidas de emergencia se encuentran ubicadas al inicio y al final de cada pasillo. En caso de turbulencia se les pide que mantengan la calma, en caso de despresurización las mascarillas bajaran automáticamente — ¡¿Qué carajos?! ¡¿Por qué necesitaría algo así?! ¡Maldición, voy a morir!

Qué patético soy, que a mis 27 años sigo teniendo miedo a volar, no es la primera vez que lo hago, lo he hecho desde muy pequeño. En concreto el problema no es volar, el detalle esta en caer, eso es lo que me asusta. ¿Cómo una cosa tan pesada de metal se mantiene en el aire? Sí ya se como trabajan estas cosas, después de todo soy ingeniero, no en aeronáutica pero sí en robótica.

El temor latente de que en cualquier momento podemos irnos a pique me paraliza por completo.

No soy alcohólico pero lo admito, la bebida me tranquiliza. Tal vez más de lo que debería, dos tragos y hasta te canto, tres más y hasta te bailo. No soy de gran aguante, eso lo supe desde que tenía 16 años, un amigo, Kiba, puso un poquitin de sake en el ponche en la fiesta de Halloween. Fue un gran espectáculo, mis compañeros estaban en serio alegres y yo también, reíamos mucho, no tengo todos los detalles pero recuerdo que besé a un chico, creo que fue esa etapa de confusión, ya sabes cuando no te sientes tan definido, me gustó pero no lo volví a repetir, ni lo del beso ni lo del sake. Ok, la bebida solo unas cuantas veces pero eran casi como una receta, para esto de volar.

Tampoco soy homofóbico, yo creo en el amor de las almas dattebayo. Gegege ¿sueno un poco hippie? Ah, es que nunca había probado el vodka, es un elixir de los dioses, me hace bien, veo todo muy claro y definido.

Tampoco soy homofóbico, yo creo en el amor de las almas dattebayo. Gegege ¿sueno un poco hippie? Ah, es que nunca había probado el vodka, es un elixir de los dioses, me hace bien, veo todo muy claro y definido.

Wow, no había notado a la linda azafata. Vaya qué es bonita 'ttebayo. No sé por qué hace esos movimientos, ah sí, es para dar las indicaciones. Es sexy. Oh, no. Ya se fue, buena retaguardia.

Uy, no esto ya está subiendo. Mis oídos, me estoy quedando sordo. Calma Naruto, cálmate, cuenta hasta 20, no hasta 50. Ya se mejor en cuenta regresiva, de siete en siete desde el 1000. Muy bien, 1000, 993, 986, 979, 972... Ya me mareé.

—Damas y caballeros pueden desabrochar sus cinturones. Pueden moverse libremente. Nos encontramos a 40 000 pies de altura —pero qué rayos, no quiero saber eso.

—¿Se encuentra bien, señor? —la bonita sobrecargo me vino a ver.

—Lo estaré en cuanto este pájaro de metal llegué al suelo.— se río un poco.

—¿Primera vez?

—No, ya no llevo la cuenta —me miró dudosa.

—¿Miedo a las alturas?