10.

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Al día siguiente de estar como invitada del príncipe mas pomposo, decidí ir en busca de Marshall, la verdad no estaba cómoda desde ayer.

-¿a donde vas?-dijo el dulce príncipe

-iré a buscar a Marshall-dije acercándome rápidamente a la puerta

-pero te dije que volvera-escuche como sus pasos se apresuraban

-no importa, iré yo-al momento de llegar a la puerta el príncipe chasqueo los dedos y los guardias se interpusieron

-verás...-dio unos cuantos pasos y ya estaba a mi lado-necesito tu ayuda, es algo insignificante

-será cuando vuelva-dije un poco desconcertada

-es que...no volverás lo sé, por eso te lo pido-junto las manos casi en forma de suplica-¡es rápido! Lo juro..

-bien, pero si tardas me largo-dije algo fastidiada

Entramos por una extraña puerta rosa y dentro había una especie de mesa enorme de metal con unas cintas sujetadoras.

-¿q..que hacemos aquí?-dije temiendo lo peor

-es mi laboratorio, quisiera aprovechar una cosa ya que eres humana aun. La verdad cuando tenías tu poder no te dejabas ni tocar así que...-de pronto se acercó con una jeringa enorme hacia mi-no dolera-sonrio

-lo dudo.

Marshall
Algo extraño sucedía, quería averiguarlo pero no sabía como, dulce príncipe nunca es tan...idiota.

Bueno siempre lo es, pero ahora más.

-¿reina helada?-dije entrando a su guarida

Lo extraño es que no se encontraba ahí, seguí buscando y encontré a dulce príncipe dentro de su calabozo.

-¿y tu que haces aquí?-dije sacándolo del calabozo

-llevo aquí tres días y la reina en verdad necesita alguien más-dijo con tono sofisticado el pomposo

-pero entonces quien esta con...

-¿con?-dijo extrañado

-oh no.

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