Quizás te preguntarás, que pasara mas allá de esta vida, si es que encontraremos lo que perdimos aquí, pero no hay respuesta a eso, nadie ha regresado de allá, solo nos queda vivir esta vida, y saber que cosas arriesgar y otras que solo debemos dejarla pasar...
La mayoría de personas cree que al tener 18 años, empiezas una nueva etapa, un poco de madurez; Muchas veces no es cierto, yo empecé esa etapa cuando mi madre murió, cuando apenas tenia 12 años de edad, maduré, pero a la vez, enfermé, enfermé hasta ya no poder mas, no había nadie a mi lado. Y se preguntaran donde rayos estaba mi padre ¿Verdad? No tenia ni la mas mínima idea, nunca lo conocí. Aquel hombre, quizás, no debería llamarse padre, pero por alguna extraña razón, no lo odiaba. ¿Sera que los golpes de esta vida nos abren los ojos?
Eso fue algo de mi vida, una vida sin sentido, sin familia, y sola en aquel orfanato, donde nunca mas quería regresar y así fue, hasta que cumplí los dulce 17 años, edad en la que tenias que valer por ti misma... Instituto Driscoll, ahí iría. (o mejor dicho me enviaron)
Katherine, 18 años